Hay un juego que debe estar, prácticamente por obligación, en cualquier sistema con procesador y pantalla, sin importar la potencia o la resolución. Se trata de Doom, y ya ha sido adaptado a PlayDate, la curiosa consola con manivela. Se trata de una consola con cruceta y botones A/B, como una GameBoy, pero que también tiene una manivela que nos permite controlar algunos juegos y una pantalla en blanco y negro para que la experiencia viejuna sea aún mejor.