Hace 3 años | Por JuaRoAl a as.com
Publicado hace 3 años por JuaRoAl a as.com

El nombre de Gregoire Akcelrod nunca sonó fuerte en el mundo del fútbol. Sin embargo, el exfutbolista francés engañó a todos haciéndose pasar por jugador del filial del PSG y llegó a fichar por el CSKA de Sofía en la temporada en la que jugaron la Champions League. La carrera futbolística de Akcelrod está basada en mentiras, currículums falsificados y pruebas en las que fue rechazado.

Comentarios

senfet

Me encantan estas historias. Greg era un aprendiz al lado del gran Ali Dia, que llegó a jugar en la Premier League:



https://es.wikipedia.org/wiki/Ali_Dia

A

El farsante nicolás dio nombre a una práctica muy habitual en el mundillo del postureo y las altas esferas. Por que están los que mandan y tienen poder, y luego hay alrededor cientos si no miles de lameculos suplicando migajas.
Entre estos lameculos hay empresarios que se van forjando un nombre. También hay empresarios pardillos a los que los niños mayores van desvalijando poco a poco con tal o cual negocio. Y por último tenemos a los listillos que se mezclan entre "las élites" usando la charlatanería y aprovechándose del "hambre de migajas" que hay en esos círculos.

Más de uno vive la vida colándose en galas, fiestas y reuniones y haciendo "negocios" en los que realmente lo único que hace es camelarse al que paga, y buscar luego al que de verdad realiza el trabajo. Y como esos empresarios muertos de hambre a los que estafan también van allí intentando ver a que bragueta se arriman, se las comen dobladas. Las de los grandes, y las de los charlatanes. El caso es que al final los nicolases prosperan esquilando a los empresarios pardillos y terminan teniendo un lugar y cierto nombre en esas reuniones de empresarios.

He estado en muchas de esas reuniones como trabajadora, y la verdad es que es una mezcla entre asco y pena, por que desde el puesto de trabajo los calas a todos a la legua y ves como las sanguijuelas/nicolases se van moviendo hacia los pardillos y como van todos a lamer los escrotos de los grandes.