Adel Termos, residente en Beirut con su pequeña hija, fue testigo de el atentado horrible de el jueves. Entonces tomó una decisión en una fracción de segundo que salvó incontables vidas. "Lo derribó al suelo, no pudiendo evitar que el segundo atacante suicida detonase su carga", dice el médico Elie Fares, que vive en Beirut. "Hay muchas muchas familias, cientos de familias, probablemente, que deben su integridad a su sacrificio."
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Dupe y portada Atentado de ayer en Beirut con 44 muertos: un hombre se sacrifica para salvar vidas [FR]
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