Hace 3 años | Por chuchango a elpais.com
Publicado hace 3 años por chuchango a elpais.com

Cuando Amirouche Hammar empezó a tener una tos seca, fiebre y problemas para respirar, pensó que la gripe le había dado fuerte, pero nada más. Es lo que cualquiera en Bobigny —una de las ciudades de la periferia de París donde vive este pescadero de 43 años de origen argelino—, en la propia capital francesa y en cualquier otro país hubiera pensado a finales de diciembre de 2019, cuando ni siquiera China había notificado los primeros casos del coronavirus que acabaría paralizando el planeta.

Comentarios

chuchango

#1 Gracias, la autodescarto. La busqué pero no di con ella.

D

Vaya, a ver si Trump va a tener que hablar de "el virus francés", y pedirles indemnizaciones. Va a haber que pedirles que esclarezcan el origen. No, Macron?