Para el sociólogo estadounidense Michael Kimmel, ser un macho, o un "hombre de verdad", se identifica con el rechazo (pavor) a ser identificados con lo femenino; uno tiene que probar constantemente que es un "verdadero hombre". Esta masculinidad tensa, ansiosa, agobiante y sexista es la fachada que muchos hombres se ven compelidos a mantener frente a sus homólogos, para mantener su estatus de hombría. En realidad, cualquiera de ellos sabe, íntimamente, que el ideal de auténtico hombre, auténtica mujer, auténtica persona, es otra cosa.
Comentarios
Últimamente hace falta el voto "imbecilada".
Estar en contra de la prostitución desde una perspectiva feminista no es antiliberal ni tampoco una forma de nuevo puritanismo
No, claro que no. Porque usas la perspectiva feminista, por eso.
Es puritanismo puro y duro.
"está claro que estos porcentajes subestiman las verdaderas cifras, que han de situarse bastantes puntos porcentuales por encima" Piensa el ladrón...
Como el resto de normas o roles de género, la masculinidad es una construcción social.
las feministas se creen cada gilipollez tan increible