Hace 12 años | Por barney_77 a brucknerite.net
Publicado hace 12 años por barney_77 a brucknerite.net

Durante la Primera Guerra Mundial, y en el periodo inmediatamente posterior, las grandes potencias se inspiraron unas en otras en su arte propagandístico. El objetivo: proporcionar a cada ejército el mayor tonelaje posible de carne de cañón al mínimo coste induciendo a los futuros cadáveres a que se presentaran voluntariamente en la oficina de reclutamiento. El medio: una mirada de acero y un dedo firme, señalando desde un póster. El resultado: todo un subgénero dentro de la propaganda política de guerra.

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