El día que Montse Castilla recibió la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus supuso un enorme soplo de esperanza para ella y su familia. Era 7 de enero de 2021 y esa mujer de 57 años, con síndrome de Steinert, se convertía en la primera de su residencia en poner el brazo para el pinchazo. Pero la alegría duró muy poco. Tras un durísimo año sin apenas salir del centro, habiendo esquivado lo peor de la pandemia y cuando ya veía la luz al final del túnel, Montse se contagió por un brote a partir de un trabajador. Dio positivo el día 15.
Comentarios
Joder, esta pesadilla parece no tener final.
Lo primero es vacunar a los trabajadores de la salud, así no vamos a ninguna parte.
#1 Ayer leía los criterios de un país para vacunar (si no me falla la memoria era Dinamarca pero igual es otro nórdico). Primero los vulnerables (que sigo pensando que es un error) luego los profesionales de la salud y después por criterio de aportación a la sociedad y dificultad de sustitución. Es decir, por mucha gente que atienda un camarero se puede.reeemplazar fácilmente. No ocurre lo mismo con el operador de una central nuclear.
#2 Pues me perece un criterio razonable, y eso que yo sería de los últimos, seguramente.
#2 El criterio debería ser por contacto con la enfermedad y capacidad de transmisión, no remplazabilidad.
Y eso después de los vulnerables.
#6 A mi me parece que no. Un camarero, un cajera, un taxista... Son fácilmente reemplazables. Un equipo de informáticos que lleve el ministerio de sanidad no.
O el tráfico aéreo. O muchas cosas.
#7 ¿Qué riesgo de exposición tienen?¿Qué grado de mortalidad tendrían?¿Quien decide que es remplazable?
#8 irrelevante su exposición. O acabaremos encerrando a los elementos más valiosos de la sociedad para vacunar a los que no aportan valor. Como no se exponen...
¿Cuánto cuesta reemplazar a un camarero? ¿Cuánto a un técnico de aguas que controla el suministro de una ciudad?
Ahí tienes tú respuesta. Aunque no te guste.
#9 No le veo sentido vacunar a una persona joven que está en un despacho todo el día porque "es muy importante", es como quitarle los cascos a los soldados para dárselo a los generales en la retaguardia.
Hay que vacunar a las personas que más tengan riesgo de morir o que más capacidad tengan de transmisión, si una enfermedad empieza a transmitirse de manera masiva te da igual tener una vacuna (a más infectados la vacuna es menos efectiva por el efecto rebaño) o estar en una atalaya.
#10 no realmente.
Porque hay ciertas posiciones claves que mejor que estén cubiertas. Y si tienes bajas mejor que sean de reponedoras que del departamento que controla la logística de Mercadona. Además como son menos es más fácil y rápido. Precisamente en los ejércitos se sacrifican soldados para salvar a generales , porque tienen más valor.
Todos no valemos lo mismo a nivel de aportación en una sociedad. En circunstancias normales evidentemente no hay criterio válido para dárselo a uno u a otro. Pero esto no son circunstancias normales.
#1 primero los alcaldes!
#1 Mejor los camareros según cierta presidenta que me niego a mentar, los sanitarios no deben ser nada importantes
Hay un grupo que sí coge el virus tiene más probabilidad de ocupar durante mucho tiempo una UCI, y más probabilidad de morir.
Hay un grupo que está más expuesto aunque tienen más probabilidades de pasar la enfermedad en casa sin complicaciones.
Hay otro grupo que resulta esencial por tener trabajos específicos, como sanitarios.
En mi opinión, el primer grupo es el que debe vacunarse para disminuir el riesgo de muertes y de saturación de hospitales.
El segundo el de los sanitarios y otros servicios esenciales, porque sus bajas representan un problema si llegan a acumularse, aunque sean menos graves.
En tercer lugar los más expuestos, que seguirán transmitiendo la enfermedad si no ponen medios aunque se vacunen.
En cuarto lugar el resto.