Si nos volvemos a nuestros días y desde una mirada laica, hay que reconocer que estamos rodeados de mitos por todas partes, que nos atacan sin descanso, que son utilizados a su antojo por el Poder.
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La ciudadanía coloca en la cima de la sociedad a unos mediocres personajes a los que se les unge de aura, duende, nula capacidad de nada, mala magia en suma. El caso de la monarquía es claro. Son personajes que nada producen, que gastan nuestro dinero pero que poseen legalmente unos poderes que a nosotros nos están vedados.
#1 La ciudadanía no ha colocado a nadie en ninguna cima, se colocaron ellos hace siglos a fuerza de espada, vasallaje y herencias. Lo que nosotros padecemos es la fuerza de la costumbre.
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La ciudadanía coloca en la cima de la sociedad a unos mediocres personajes a los que se les unge de aura, duende, nula capacidad de nada, mala magia en suma. El caso de la monarquía es claro. Son personajes que nada producen, que gastan nuestro dinero pero que poseen legalmente unos poderes que a nosotros nos están vedados.
Palabras certeras.
#1 La ciudadanía no ha colocado a nadie en ninguna cima, se colocaron ellos hace siglos a fuerza de espada, vasallaje y herencias. Lo que nosotros padecemos es la fuerza de la costumbre.