Diez años después, la doctrina Fabra, que consistió en apartar de la primera línea a responsables políticos que resultaran imputados por casos de corrupción con independencia de lo avanzado de la investigación judicial, ha quedado definitivamente enterrada. Las nuevas líneas rojas son aquellas que marcan los estatutos, es decir, una sentencia condenatoria. Mientras tanto, primará la defensa de la presunción de inocencia, lo que implica que, en principio, quienes quedan salpicados por asuntos turbios podrán continuar en sus cargos.
Comentarios
"Mientras tanto, primará la defensa de la presunción de inocencia"
Si en el PP huelen que alguien es inocente lo echan a patadas.
Solo suben los que tienen las manos sucias, lo único que ha cambiado es que ahora ya no les piden llevar guantes para tapar la mierda.
Me parece correcto mientras sean coherentes (y esto va para todos los partidos), si a los suyos no se les debe apartar hasta que haya condena, a los de los demás no se les debe pedir dimitir o expulsar, de igual modo, hasta que no haya condena.
Cosa distinta es que tengan o no que dar explicaciones de las acusaciones (que las deberían dar todos siempre)