La situación en la Comunitat Valenciana empieza a recordar a los peores momentos de la primera ola. Si las medidas aprobadas para contener los contagios no son efectivas, los días que vienen van a ser durísimos. El puente festivo de octubre ha dado paso a un panorama devastador. Durante el fin de semana se ha superado la barrera de los mil ingresados en los hospitales valencianos -1.005 pacientes- y de estos hay 137 en las unidades de intensivos.
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Y esto siendo la comunidad con menos incidencia de todo el país en la península. Y parece el apocalipsis cuando otras comunidades están muchísimo peor desde hace más de un mes. Y seguimos sin confinamiento duro cuando es obvio que hace falta ya.