Hace 7 años | Por aiounsoufa a agenciasinc.es
Publicado hace 7 años por aiounsoufa a agenciasinc.es

Beber más de cinco vasos por semana de bebidas azucaradas o edulcoradas, incluidas las bebidas light y los zumos de fruta, aumenta la obesidad abdominal, la hipertensión arterial y los niveles de triglicéridos en sangre, y reduce el colesterol bueno. Son las principales conclusiones de una investigación realizada con 1.868 personas de entre 55 y 80 años con un alto riesgo cardiovascular y publicada en el Journal of Nutrition.

Comentarios

D

Menos mal que sólo bebo cerveza.

aiounsoufa

Igual, el final del artículo es para
Los datos presentados en este estudio contribuyen a subrayar la importancia de seguir un patrón de consumo de alimentos y de bebidas más cercanos a la dieta mediterránea para evitar la enfermedad. Mientras que beber una cantidad suficiente de agua y vino tinto con moderación son hábitos propios de muchos países mediterráneos, las bebidas azucaradas o edulcoradas no lo son.
Toma calzador.

Mister_T

#4 países sin barrigas, solo hay que ver el efecto del vino en la panza de Aznar.

CensuradoPorMeneame

#4 ¿patrocinado por Don Simon?

t

A mí me chirría mucho que se metan en el mismo saco también las bebidas light, que tienen 0% de azúcares y 0% de aporte calórico, pero que aún así suban el índice glucémico. Rebuscando más en semejante milagro, y leyéndome el abstract del estudio, veo que en el abstract no habla nada de las bebidas light, por lo que me da a mí que eso lo ha metido el periodista, que ha interpretado "artificially sweetened beverages" como bebidas light.

D

#0 Vale, pero moriré contento con mi cubata.

Ramsay_Bolton

zumos de fruta? se refiere a los envasados?, o al exprimido en casa tambien?

D

#6 igual te da, lo de los zumos lo llevan diciendo una década, es coger lo malo y tirar casi todo lo bueno de la fruta.

D

Cervezaaaaa

m

El estudio engloba casi todas las bebidas que no sean agua ( y quizás la leche). Incluso las bebidas y refrescos sin azúcar.
El azúcar añadido y sus sustitutos se está transformando en un problema muy grave, y los gobiernos presionados por la industria alimentaria no hace nada. Prefieren tener a gente enferma y medicada que poner mayores restricciones al uso de azúcar añadida.