No puedo entender que la autora lo presente como una costumbre de la que las generaciones pasadas y por venir pueden sentirse orgullosas.
Cuando, por nacer niña, tienes ya tu vida ordenada y organizada, sin que puedas esperar que nadie pida tu opinión para ninguna cosa que afecte a tu vida, es muy triste.
No digo que en nuestras sociedades lo estemos haciendo mejor y que las niñas, por poder decidir (cuando puedan) tengan una vida más fácil y feliz pero creo que, al menos, que tengan una posibilidad de decidir algo por ellas mismas, sin que todo esté supeditado al funcionamiento de sus hormonas y al bien común del crecimiento económico de la familia, es un avance.
Nada cuenta la autora de lo que ocurre con las niñas que, una vez adultas, no pueden engendrar hijos y continuar con la casta familiar.
Vaya vida de mierda que te venden con orgullo y felicidad..
Te viene la regla y se acabó jugar o estudiar, ahora solo tejer y que te vendan a un marido.
Qué alegría
Comentarios
No puedo entender que la autora lo presente como una costumbre de la que las generaciones pasadas y por venir pueden sentirse orgullosas.
Cuando, por nacer niña, tienes ya tu vida ordenada y organizada, sin que puedas esperar que nadie pida tu opinión para ninguna cosa que afecte a tu vida, es muy triste.
No digo que en nuestras sociedades lo estemos haciendo mejor y que las niñas, por poder decidir (cuando puedan) tengan una vida más fácil y feliz pero creo que, al menos, que tengan una posibilidad de decidir algo por ellas mismas, sin que todo esté supeditado al funcionamiento de sus hormonas y al bien común del crecimiento económico de la familia, es un avance.
Nada cuenta la autora de lo que ocurre con las niñas que, una vez adultas, no pueden engendrar hijos y continuar con la casta familiar.
Lamentable y muy triste.
Vaya vida de mierda que te venden con orgullo y felicidad..
Te viene la regla y se acabó jugar o estudiar, ahora solo tejer y que te vendan a un marido.
Qué alegría
#1 Toda la razon, que articulo mas desagradable