Los mamíferos detectan mensajes de peligro a través de un ganglio, el ganglio de Grueneberg, ya identificado en 1973 y después cayó en el "olvido", situado entre las fosas nasales que recibe las feromonas de alarma que han sido liberadas por un congénere para advertir de una amenaza, reveló hoy un equipo científico de la Universidad de Lausana (UNIL, en francés).
Pero a saber si el ser humano sigue manteniendo eso, recordemos que gran parte de nuestros sensores olfativos se han ido perdiendo al ir tomando un valor tan secundario en nuestra evolución.
Comentarios
Conozco a algunos que deben tener el ganglio atrofiado.
La vida es extraordinaria.
Pero a saber si el ser humano sigue manteniendo eso, recordemos que gran parte de nuestros sensores olfativos se han ido perdiendo al ir tomando un valor tan secundario en nuestra evolución.
muchas veces se nos olvida que seguimos siendo animalicos.