Caminando por la calle de Alcalá desde Cibeles en dirección a la Puerta del Sol, por un bellísimo y emblemático Madrid, estos días impresiona comprobar cómo los edificios de la llamada “Operación Canalejas” están siendo prácticamente demolidos. Los que corresponden a los números 6 a 14 de Alcalá, con vuelta a la calle de Sevilla, hasta la plaza de Canalejas, ejemplos de una arquitectura singular y testigos de toda una época.
Ir a Madrid ultimamante es lastimoso, esta la cara A mas o menos limpia, pero muy pija y muy seria con jardines resultones, que seguro estoy que cuesta mantener menos de lo que se paga por mantenerlos, y la cara B, con mas mierda que la cola de un zorro, donde lo que se rompe no se repara.
Estos malnacidos del PP van a acabar con todo, la educación, la sanidad, la justicia, los bienes de interés cultural, los derechos laborales.
Ojalá les dé a todos un cancer de páncreas.
Este es el resultado del "fachadismo" como argumento de conservación del patrimonio: para la sociedad la arquitectura es esto, una envolvente, una fachada.
Se embalsaman las ciudades en un punto concreto del tiempo, de modo que los centros urbanos se vacían de residentes y se sustituyen por una población de usar y tirar, de turistas que vienen a confirmar los prejuicios que les cuentan las guías de viajes.
Los valores arquitectónicos y espaciales se eliminan: la calle es un bulevar análogo a los parques temáticos, un paisaje de cartón-piedra.
No hay soluciones fáciles para resolver el conflicto uso-patrimonio. Pero no es dejar un edificio sin uso (sin contenido, es una ruina en potencia) ni destrozarlo dejando una cortina para turistas. Para eso que pongan una lona.
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Ir a Madrid ultimamante es lastimoso, esta la cara A mas o menos limpia, pero muy pija y muy seria con jardines resultones, que seguro estoy que cuesta mantener menos de lo que se paga por mantenerlos, y la cara B, con mas mierda que la cola de un zorro, donde lo que se rompe no se repara.
Ante la total impasibilidad de la población madrileña y de la comunidad de Menéame.
Estos malnacidos del PP van a acabar con todo, la educación, la sanidad, la justicia, los bienes de interés cultural, los derechos laborales.
Ojalá les dé a todos un cancer de páncreas.
A disfrutar de lo votado y de lo abstenido.
Este es el resultado del "fachadismo" como argumento de conservación del patrimonio: para la sociedad la arquitectura es esto, una envolvente, una fachada.
Se embalsaman las ciudades en un punto concreto del tiempo, de modo que los centros urbanos se vacían de residentes y se sustituyen por una población de usar y tirar, de turistas que vienen a confirmar los prejuicios que les cuentan las guías de viajes.
Los valores arquitectónicos y espaciales se eliminan: la calle es un bulevar análogo a los parques temáticos, un paisaje de cartón-piedra.
No hay soluciones fáciles para resolver el conflicto uso-patrimonio. Pero no es dejar un edificio sin uso (sin contenido, es una ruina en potencia) ni destrozarlo dejando una cortina para turistas. Para eso que pongan una lona.