Su título, Los leones rojos, sumiría aquella canción en el olvido, aunque antes pudo ser escuchada durante las retransmisiones radiofónicas de tres partidos contra la Alemania nazi (Colonia, 1935), Suiza (Berna, 1936) y Portugal (Vigo, 1937). Con música de Francisco Gravina, la voz de Pablo Hertogs ensalza la "legendaria fiereza" del equipo, si bien en su letra no hay ninguna connotación política.
El león fue usado como símbolo nacional desde el siglo XIX hasta la II República; por lo que fuera, el franquismo lo enterró como tal. Las federaciones nacionales de los distintos deportes de equipo lo usaban como símbolo, también la de fútbol (lo de la furia roja venía por la furia del león, que lo llevaba la selección de Amberes 1920 en las camisetas). Hoy en día lo mantienen casi todas ellas (baloncesto, hockey, balonmano, rugby...), pero no así la de fútbol. También permanecen los leones a las puertas del congreso y en el diario digital "El Español" también lo usa como distintivo.
#2 La palabra España la hizo odiosa la apropiación que hizo de ella el franquismo. Esta apropiación era una medida propagandística para hacer odiosos a los contrarios al franquismo, por ello renunciar a ella es hacerle el juego al franquismo histórico y a sus herederos actuales.
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El león fue usado como símbolo nacional desde el siglo XIX hasta la II República; por lo que fuera, el franquismo lo enterró como tal. Las federaciones nacionales de los distintos deportes de equipo lo usaban como símbolo, también la de fútbol (lo de la furia roja venía por la furia del león, que lo llevaba la selección de Amberes 1920 en las camisetas). Hoy en día lo mantienen casi todas ellas (baloncesto, hockey, balonmano, rugby...), pero no así la de fútbol. También permanecen los leones a las puertas del congreso y en el diario digital "El Español" también lo usa como distintivo.
Por alguna razón, desde el franquismo, no les gustaba animar a los leones rojos.
#1 Por alguna razón, en este himno la palabra España no suena odiosa.
#2 La palabra España la hizo odiosa la apropiación que hizo de ella el franquismo. Esta apropiación era una medida propagandística para hacer odiosos a los contrarios al franquismo, por ello renunciar a ella es hacerle el juego al franquismo histórico y a sus herederos actuales.