Hace 11 años | Por Asier.Javier a blogs.deia.com
Publicado hace 11 años por Asier.Javier a blogs.deia.com

Como siempre, los niños lloran al entrar a las escuelas. Este año también lloran los padres al salir de las librerías. Y los libreros al hacer la declaración del IVA. Vestir a los pequeños para que vayan a clase desnuda a los padres. Y a rezar para que Marianín vaya haciendo satisfactoriamente los deberes que le mande la seño Merkel. Que, si no, el castigo por los suspensos de Marianín nos lo pondrán a todos nosotros. Es la pedagogía del BCE.