Luis Rodríguez Toubes, conocido como Luisito, tiene 24 años y acumula una fortuna de 39 millones de euros. Está acusado de un delito de apropiación indebida por estafar todo ese dinero a una pareja de ancianos de Mallorca, y el fiscal del caso pide para él cuatro años de cárcel. Rodríguez Toubes afirma que todo su patrimonio es legal, acreditado ante tres notarios diferentes, y que los jubilados se lo donaron por cariño
#3 Y encima "Luisito" jejejeje, vamos aunque no seas trucha seguro que lo presentas en casa como tu pareja, y luego enseñas el reguardo bancario y desaparecen todas las posibles objeciones rapido pero rapido...
Si vas a estafar a unos ancianos haz algo un poco más creible.
Si hubiese puesto solo la mitad de las propiedades a su nombre, o les hubiese dejado el usufructo durante su vida... Pero nadie se puede creer que los ancianos le fuesen a donar todo su patrimonio, entendiendo lo que hacían, para acto seguido quedarse en la calle. La avaricia rompe el saco.
Eso sí, a saber que dice el juez. Porque en este país, a no ser que seas la infanta, lo que has firmado va a misa y te aguantas si no lo has leido.
Comentarios
Yo creo que los 2millones de euros en metalico se los fundió en peluqueros.
Y en vaselina para el culo
Le pegaría de ostias... pero es demasiado guapo
#1 Los ancianos nos dementes no estáis "demode"
#2 si fuera truchilla, me lo follaba pero bien a gusto, con pasta, pijete, buena familia, un partido el chaval, seguro que invita a fiesta
#3 Y encima "Luisito" jejejeje, vamos aunque no seas trucha seguro que lo presentas en casa como tu pareja, y luego enseñas el reguardo bancario y desaparecen todas las posibles objeciones rapido pero rapido...
asi como quereis que la gente emprenda?
Si vas a estafar a unos ancianos haz algo un poco más creible.
Si hubiese puesto solo la mitad de las propiedades a su nombre, o les hubiese dejado el usufructo durante su vida... Pero nadie se puede creer que los ancianos le fuesen a donar todo su patrimonio, entendiendo lo que hacían, para acto seguido quedarse en la calle. La avaricia rompe el saco.
Eso sí, a saber que dice el juez. Porque en este país, a no ser que seas la infanta, lo que has firmado va a misa y te aguantas si no lo has leido.