En 2013, Ovalle (Chile) sufrió una epidemia de norovirus que fue lo más parecida a un apocalipsis zombi. Más de cinco mil enfermos diseminados en la ciudad, autoridades vacilantes que no estuvieron a la altura y una psicosis colectiva que agotó el agua de los supermercados. La razón: haber tomado agua con caca. Aguas del Valle, la empresa a quien achacan la responsabilidad, niega categóricamente haber causado semejante cagadera colectiva.
Comentarios
Habrá que invitar a más de un político a un vasito de Aguas del Valle
La mierda terminó por democratizar al pueblo”.
Son como los atascos de trafico. No se libra ni el apuntador