Aburrirse, en el fondo, también es un arte. De hecho, seguramente lo podríamos definir como el arte de conectar con uno mismo. El niño que es capaz de conectar consigo mismo y con su entorno sentirá curiosidad por aquello que lo rodea, tornándose más receptivo e ideando alternativas espontáneas y creativas. ¿Cómo? Gracias a su gran aliada: la imaginación. Y es que ya lo decía el ilustre pensador Erasmo de Róterdam: “El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento”.
Comentarios
#0 El arte de hacer spam y no aburrirse -> marc_solanes
Marc_Solanes #0 #SEO_CUAC