‘Ibiza: la destrucción del paraíso’ es el título del libro que acaba de publicar el periodista ibicenco Joan Lluís Ferrer (Eivissa, 1967) en el que analiza la evolución (o involución) de la isla en las últimas décadas y cómo está llegando a “convertirse en una urbanización”. La editorial Balàfia Postals ha apostado por este texto, en el que el periodista no duda en señalar con el dedo a algunos de los responsables de la masificación que sufre la isla y que “nos está llevando, sin temor a exagerar, a una situación crítica"
Comentarios
En resumen: Había un paraíso que podría atraer a los turistas siempre, se convirtió en destino de vacaciones y diversión... y llegó Abel Matutes a destruirlo.
No vi Ibiza cuando la visite, solo mujeres hermosisimas que acaparaban mi atencion. El paraiso.
El turismo es el brazo armado del capitalismo. Solamente hay que viajar a un país en desarrollo para ver como destroza la cultura de un sitio. Pero en Españistán lo bendecimos porque da trabajo a un ejercito de camareros, pinches, limpiadoras, etc...
#3 menuda exageración y menudo cliché, eso es la clase de argumentos que hacen que los ibicencos se lleven las manos a la cabeza y sigan votando al PP.
El turismo bien gestionado es una fuente de riqueza e intercambio cultural. Gracias al turismo Ibiza salió de un atraso de siglos. Hasta los años 50 la isla solo vivía de la exportación de sal, algarrobas, almendras y cuatro cosas más, no había ni un hospital en condiciones y el sistema educativo era tercermundista.
La cultura ibicenca tradicional puede parecer muy entrañable en algunos sentidos, pero en otros es machista, retrógrada y cerril. Afortunadamente el turismo ha convertido a los ibicencos en gente bastante amplia de miras.
Otra cosa es que no se sepan poner límites, que es lo que está pasando ahora en Ibiza, y lo que en general le pasa al capitalismo cuando aplicas la política de laissez-faire total.
Los ibicencos están bastante hartos y tienen los huevos bien cuadrados. Cuando les construyeron una autopista de 2Km (!!!) hasta el aeropuerto iban por la noche y quemaban las máquinas, lástima que no sirviera de nada.
#1 bueno, sirvió para que no construyeran otra autovía prevista similar hacia Santa Eulària, y para que ciertos poderes vieran hasta donde podían tensar la cuerda. Desde entonces no se han vuelto a cometer grandes desmanes urbanísticos en la isla; el problema que tenemos ahora es de masificación de gente y de coches en verano.