En 1502, mientras los europeos miraban con avidez hacia las Américas, los mapas de aquel continente aún por descubrir se convirtieron en deseados objetos de poder e intriga. Alberto Cantino, un espía italiano, consiguió hacerse con un mapa portugués que revelaba sorprendentes hallazgos en el Nuevo Mundo
Comentarios
Siempre me sorprendo de la capacidad de crear mapas en esa epoca