Hace 2 años | Por cegaso a esrevistas.blogspot.com
Publicado hace 2 años por cegaso a esrevistas.blogspot.com

Hace poco hablaba con una persona de las que suelo tener un contacto bastante cercano y diario, y le desvelé: - Yo soy genderfluid. Tras el primer impacto, y unos segundos para pensárselo, me preguntó incrédula: - ¿En serio? - Por supuesto. Yo... Es que he descubierto que en realidad soy eso, genderfluid. Demostrando que ella también parecía conocerme bastante bien, me replicó: - Y yo soy robot. Me quedé a cuadros. En serio. Dije entonces, aceleradamente: - No, espera... Tú no puedes ser robot. - Claro que sí - insistió -. Si tú puede

Comentarios

D

Las cosas han cambiado mucho, hasta en los pueblos. En el pueblo de mi abuelo, unos 150 habitantes en la provincia de Segovia, han tenido que "tragarse" tres o cuatro homosexuales (uno de ellos mi primo) que han salieron del armario cuando les dió la gana y hecho su vida tan ricamente. O parejas "inverosímiles"como la de la maestra con un pastor siendo ella encima 10 años mayor (los pastores siempre han sido lo más bajo del pueblo, frente a agricultores y ganaderos). Y digo tragarse porque hay que conocer la idiosincrasia de estos pueblos y porque al final son sus hijos y hermanos y es lo que hay, son otros tiempos, la gente viaja, vienen muchos familiares de Madrid o Barcelona y lo ven normal y los tratan con normalidad.

R

Sinceramente, a nadie salvo a tí y a tu pareja sexual debería importarle tu orientación sexual. Cada cual es un mundo, y al igual que en muchos otros aspectos de la vida, el resto ni te entiende ni tiene que entenderte. Lo único que tienen que hacer es dejarte en paz.
La sociedad moderna tiene un problema gordísimo con la identidad. Hay tanta gente y estamos tan conectados que labrarse un hueco en el mundo es una de las tareas más complicadas de nuestra generación. Por culpa de eso se generan etiquetas y más etiquetas, cada vez con más especificidad para atajar ese problema identitario. Pero el problema no es la etiqueta. Nadie debería hacer de su orientación una identidad. Hemos pasado de querer eliminar los géneros a multiplicarlos por 20 para satisfacer esas necesidades identitarias, pero la realidad es más tozuda, ya la realidad es que a nadie le debería importar tu orientación sexual, y si a alguien que no es tu pareja le importa, tiene un problema gordo. Y a tu pareja debería importarle sólo hasta cierto punto.

ataülf

El género son los padres.