Hace 4 años | Por --564530-- a en24.news
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Cuando el director de orquesta Hans Swarowsky vio los primeros tanques soviéticos en las colinas enfrente del Vístula, saltó al último tren que podía escapar hacia el oeste desde Cracovia. [...] Muchos le debían la vida, pero Swarowsky no podía estar seguro de que los rusos lo fuesen a ver así. Porque el director de la Filarmónica de Cracovia había jugado a un juego doble: había disfrutado de la plena confianza del criminal de guerra Hans Frank. Y la utilizó sistemáticamente para ayudar a perseguidos.