"Llevo firmado contratos de quince días, de un mes y, como máximo de seis meses", apunta un profesional sanitario que denuncia que no tiene derecho a permisos laborales como el de paternidad o a indemnizaciones.
Adrián es médico del Sergas. Lleva cuatro años trabajando en precario, sumando contrato tras contrato. Su situación es muy semejante la de otros profesionales de la sanidad pública; enfermeras, técnicos de enfermería o celadores entre otros. En total, las listas rondan las 35.000 personas. Forma parte de una sanidad precarizada de la que presumía el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.
Adrián, junto con otros colegas impulsan el colectivo Facultativos Eventuales Gallegos en Lucha (Fegal) que, ya antes de la pandemia del coronavirus, comenzó a denunciar su situación con protestas delante de los hospitales gallegos en colaboración con la asociación Médicos Unidos por sus Derechos (MUD). Una protesta que paralizaron durante estos meses para concentrarse en la lucha contra la COVID-19, una prioridad para todos los sanitarios del país.
Precisamente, esa prioridad, hizo que trabajarán sin mirar las horas, ni las condiciones y solo levantando la voz para denunciar la falta de medios. Pero esta situación extraordinaria no puede ocultar que muchos de este personal sanitario lleva años viviendo en una situación precaria. Algunos de ellos llevan case diez años con contratos de meses. "Ahora en mayo termino el contrato de seis meses y ya me dijeron que me cogen otros seis meses", apunta Adrián.
CONTRATOS DE QUINCE DÍAS
"Son contratos en prueba que llevo ya firmando varios años. Son ilegales mientras la Xunta presume de gestión. Tuve contratos de quince días, de un mes, pero nunca más de seis", destaca. Un sistema de contratación que no es legal, según el propio marco jurídico del Sergas que subraya que si se acumulan contratos de tareas por un período de más de dos años, la gerencia hospitalaria tiene que crear esa plaza de manera estructural.
Médicos y sanitarios ya le pidieron explicaciones a la Xunta por esta alegalidad. Y siempre obtienen el silencio por respuesta. "Esto es precarizar la sanidad pública. En mi servicio somos más de quince personas, un 35% de eventualidad. Y esto es algo que se repite de forma general en el resto de servicios", denuncia.
Una precariedad que afecta sus vidas laborales. Muchos son padres y madres. No pueden disfrutar de bajas por este motivo, ni tienen derecho la indemnizaciones si son despedidos. Los concursos que saca el Sergas son muy espaciados no tiempo y, cuando se sacan, "no se ajustan a la realidad de la situación y tardan mucho en resolverse". La última OPE fue en el 2016 y el proceso se cerró en el 2019.
CORONAVIRUS
Feijóo acaba de anunciar unas elecciones en Galicia. Unas elecciones que convocó en julio en plena recuperación de la pandemia y presumiendo de la sanidad pública gallega. Este domingo aseguraba que nunca como en sus años de gobierno se había invertido tanto en sanidad y, en parte, gracias a eso se pudo conseguir frenar el coronavirus.
Una afirmación que, desde luego, no coincide para nada con el que vive el personal sanitario que recuerda los primeros momentos de caos que se vivieron en el Sergas. Gracias a su trabajo, principalmente, la situación pudo salvarse, pero no tanto por los medios y las inversiones de Feijóo, sino, porque la situación estuvo controlada por la poca circulación del virus en Galicia en relación con otros lugares.
¿ Presume de gestión? Pero si es la peor gestión de todas las comunidades. ¿ No quedábamos que no forma médicos y luego se queja de que no tiene? ¿ No era aquí donde se moría gente por falta de atención médica?
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Adrián es médico del Sergas. Lleva cuatro años trabajando en precario, sumando contrato tras contrato. Su situación es muy semejante la de otros profesionales de la sanidad pública; enfermeras, técnicos de enfermería o celadores entre otros. En total, las listas rondan las 35.000 personas. Forma parte de una sanidad precarizada de la que presumía el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.
Adrián, junto con otros colegas impulsan el colectivo Facultativos Eventuales Gallegos en Lucha (Fegal) que, ya antes de la pandemia del coronavirus, comenzó a denunciar su situación con protestas delante de los hospitales gallegos en colaboración con la asociación Médicos Unidos por sus Derechos (MUD). Una protesta que paralizaron durante estos meses para concentrarse en la lucha contra la COVID-19, una prioridad para todos los sanitarios del país.
Precisamente, esa prioridad, hizo que trabajarán sin mirar las horas, ni las condiciones y solo levantando la voz para denunciar la falta de medios. Pero esta situación extraordinaria no puede ocultar que muchos de este personal sanitario lleva años viviendo en una situación precaria. Algunos de ellos llevan case diez años con contratos de meses. "Ahora en mayo termino el contrato de seis meses y ya me dijeron que me cogen otros seis meses", apunta Adrián.
CONTRATOS DE QUINCE DÍAS
"Son contratos en prueba que llevo ya firmando varios años. Son ilegales mientras la Xunta presume de gestión. Tuve contratos de quince días, de un mes, pero nunca más de seis", destaca. Un sistema de contratación que no es legal, según el propio marco jurídico del Sergas que subraya que si se acumulan contratos de tareas por un período de más de dos años, la gerencia hospitalaria tiene que crear esa plaza de manera estructural.
Médicos y sanitarios ya le pidieron explicaciones a la Xunta por esta alegalidad. Y siempre obtienen el silencio por respuesta. "Esto es precarizar la sanidad pública. En mi servicio somos más de quince personas, un 35% de eventualidad. Y esto es algo que se repite de forma general en el resto de servicios", denuncia.
Una precariedad que afecta sus vidas laborales. Muchos son padres y madres. No pueden disfrutar de bajas por este motivo, ni tienen derecho la indemnizaciones si son despedidos. Los concursos que saca el Sergas son muy espaciados no tiempo y, cuando se sacan, "no se ajustan a la realidad de la situación y tardan mucho en resolverse". La última OPE fue en el 2016 y el proceso se cerró en el 2019.
CORONAVIRUS
Feijóo acaba de anunciar unas elecciones en Galicia. Unas elecciones que convocó en julio en plena recuperación de la pandemia y presumiendo de la sanidad pública gallega. Este domingo aseguraba que nunca como en sus años de gobierno se había invertido tanto en sanidad y, en parte, gracias a eso se pudo conseguir frenar el coronavirus.
Una afirmación que, desde luego, no coincide para nada con el que vive el personal sanitario que recuerda los primeros momentos de caos que se vivieron en el Sergas. Gracias a su trabajo, principalmente, la situación pudo salvarse, pero no tanto por los medios y las inversiones de Feijóo, sino, porque la situación estuvo controlada por la poca circulación del virus en Galicia en relación con otros lugares.
#1 Meneo e apoio, aínda que xa podían saír un pouco máis separados, non facía falta que se apretasen aí os 30 ou 40 na foto.
#1 Esta es la tónica general también en servicios sociales.
¿ Presume de gestión? Pero si es la peor gestión de todas las comunidades. ¿ No quedábamos que no forma médicos y luego se queja de que no tiene? ¿ No era aquí donde se moría gente por falta de atención médica?
#2 Pero presume de gestión, sí