El ‘boom’ en la construcción de infraestructuras gasísticas, una burbuja con los días contados. El actual modelo energético basado en combustibles no renovables requiere de costosas infraestructuras para la extracción, producción, transporte y consumo. Si observamos nuestra instalación doméstica de gas o electricidad su función parece evidente: tras el contador, permite que circulen los kWh o los m3/h para iluminación, calefacción, cocina, etcétera.