Publicado hace 12 años por historiasdemar a exteriores.libertaddigital.com

Finalmente, Baltasar Garzón fue juzgado e inhabilitado por hacer lo mismo que hacía el malo del FBI, J. Edgar Hoover: escuchar a los abogados, a los presos y, si se cuadraba (y solía cuadrarse), a las víctimas.