Hace 7 años | Por --51656-- a diariodecuba.com
Publicado hace 7 años por --51656-- a diariodecuba.com

La educación y la salud pública gratuitas como "obra genuina de la revolución" es en mi opinión el mejor y más sofisticado mito (doble) que Fidel Castro vendió a los cubanos y al mundo, entre los tantos que tejió en su andar como dictador, el más largo de la historia moderna.
Digo que es el mejor vendido porque aún hoy sigue vivo, pese a que ya no existe. Y es el más sofisticado porque no es algo propiamente falso. Ciertamente desde los años 60 hasta 1991 los servicios de educación y de salud pública se expandieron por todo el país.

La falsedad radica en dos falacias:

1) Fidel Castro hizo creer a todos que ello se debía al sistema comunista implantado por él y el Che Guevara; aseguraba que era superior a los modelos socioeconómicos "burgueses" de Latinoamérica y todo Occidente.

2) Desde hace 25 años la educación y la salud pública en Cuba son un desastre.

Esos dos servicios clave alcanzaron notable nivel gracias a los subsidios de la Unión Soviética y al manejo irresponsable y caprichoso de dichos recursos financieros. En eso consiste el mito.
Fue un gran embuste asegurar que los avances sociales en Cuba eran producto de la economía estatal centralmente planificada. Nunca se habría podido lograr nada si hubiese dependido de la más improductiva y descapitalizada economía de las Américas. O sea, Fidel se acreditaba los honores y el tío Sacha pagaba la cuenta, con regalos entre 4.000 y 6.000 millones de dólares anuales.