Publicado hace 6 años por Thornton a ciudadpedestre.wordpress.com

El acto de mover la línea física que separa lo motorizado de lo no motorizado, favoreciendo a este último mundo, no es tanto una decisión técnica como una profundamente política, que refleja una manera real de entender las prioridades en la ciudad. Es una decisión que valora más el caminar cómodo y relajado que la prisa vehicular, que entiende la calle como un espacio público y no como lugar de mero tránsito.