Hace 5 años | Por laztan a nationalgeographic.es
Publicado hace 5 años por laztan a nationalgeographic.es

Antes de sacar su cabecita por primera vez a principios de septiembre, el cangurito pasó unos seis meses mamando y creciendo en el marsupio de Mani. Durante ese tiempo, los conservacionistas de Zoos Victoria defendieron a los canguros arborícolas en un frente muy diferente: ayudando a los caficultores a sacar beneficios de la protección del hábitat de la especie.

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Meneo por la carita de la miniatura