Vaya por delante mi enhorabuena a todos los que consiguen publicar. Comprendo bien la satisfacción que produce y cuánto representa para las legítimas expectativas de cada uno. Dicho lo anterior, hay que echar una mirada a lo que ha llegado a ser este negocio. Las editoriales han cambiado su estrategia en las últimas décadas. Antes seleccionaban el material con una tropa de sesudos asesores de publicación. Leían antes de decidir. Ya no es así. Se han dado cuenta de que el mercado es imprevisible y los criterios de...
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Y por eso, lo mejor es la edición digital y dejarse de historias y de histerias; tú publicas tu libro y tú mismo haces la publicidad como puedes y la gente lo va comprando. Es durillo, sí... pero al menos, no se te queda cara de tonto cuando te dicen cosas como:
-Si no vendemos los trescientos ejemplares del mínimo, tienes que pagarlos tú (además del coste de la autoedición)
-A partir del tercer año de venta, nos cedes el 85% de los derechos.
-Te lo publicamos... pero no a tu nombre. Nosotros te pagamos, tú nos cedes los derechos y te garantizamos que se publica, pero a nombre de otro, ¡pero bueno, tú lo que quieres es ver publicado tu libro, ¿qué más da quién lo haga?!
-Sí, haremos un acto para presentarlo. En una librería de las afueras que no conoce ni su padre, a las diez de la noche. Si vienen menos de dos millones de personas, tendrás que pagar tú el 50% del local.
-Mira, tú nos cedes la mitad de las regalías que cobres. Y a cambio, te damos un fondo de libros con la obligación de que los publicites en tu blog, en tu fb, en twitter, en instagram y que repartas octavillas por las calles, hagas buzoneo y amenaces de muerte a todo aquél que no los compre. De cada cien libros vendidos (...de cada título), tú te llevas una regalía completa, y así cobras la mitad del tuyo, y ¡otra entera completa! ¡Uau! ¿Has visto qué buenos somos dándote ese chollo? ¡Muchos matarían por algo así!
#2 Di que sí. Con la auto-edición he tenido cabreos cero, y muy contento desde que amazon da la opción de editar en papel.
Las trampas que comentas es para la gran cantidad de ingenuos que están empezando, cegados por la ilusión de verse en papel, asumiendo que eso es sinónimo de fama o autor reconocido. Da rabia quienes se aprovechan, vaya. También es que las editoriales se ven en las últimas y ya muestran su lado más depredador.
Es lo que hay, en el s. XXI no puedes esperar a que ser escritor sea una profesión elitista.
Con la aparición del libro digital cualquiera con un ordenador, mejor o peor, puede publicar un libro. Si no lo pública una editorial lo hará Amazon por un porcentaje de las ventas.
Si siendo un escritor desconocido esperas una promoción por parte de la editorial, es que no estás en este planeta.
Como decía un conocido en el mundo de la música: lo difícil ahora no es sacar un CD, que lo tiene todo el mundo, sino destacar entre la multitud.