Publicado hace 5 años por enjoyingbreathtaking a lecturalia.com

Quién no ha revisado un cuento, una novela o un ensayo y se ha encontrado con una serie de erratas que le parecen del todo imposibles. Letras que aparecen de la nada, comas que se transforman en paréntesis, palabras que nadie había escrito y que no tienen sentido en mitad de una frase… Está claro que no es normal. Esto lleva pasando desde la Edad Media, donde tenían claro quién era el culpable verdadero de todos estos errores: el demonio Titivillus.

Comentarios

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#4 pero también está el demonio del propio buscador de menéame, que impide encontrar nada hasta justo después de publicarlo

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¡Qué cojones dicen! Todo el mundo sabe que es culpa del autocorrector del móvil.

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#1 eso es lo que el demonio del móvil quiere que creas

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Ves@zurditorium no soy yo es el demonio, estoy poseso.

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#5, pos eso.

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El editor de epublibre.