Hace 3 años | Por tiopio a ctxt.es
Publicado hace 3 años por tiopio a ctxt.es

Mucho se habla del “mundo después de la pandemia”. Habrá cambios, seremos otros, dicen. El neoliberalismo de las últimas décadas consistió en la ruptura de los consensos sociales de posguerra. No está dispuesto a negociar al respecto y eso no tiene una solución electoral. Solo la imaginación, la audacia y el sueño permiten tantear y anticipar lo que por definición es siempre inesperado. Cuando nos adentramos en la boca del túnel es necesario reflexionar sobre todo ello sin hacerse ilusiones infantiles.

Comentarios

cocolisto

"Supongamos que un gobierno de izquierdas, por ejemplo en España, sale de la pandemia apoyado por un fuerte movimiento social, un 15-M multiplicado por diez que realiza la proeza de convertir en ciudadanos a una mayoría de los actuales consumidores-clientes e impulsa un programa de reformas: nueva política fiscal menos injusta, potenciación del sector público, nacionalización de los transportes, las telecomunicaciones y la banca, proteccionismo, es decir: un programa de progreso de los años sesenta más la renta básica y la fuerte protección medioambiental que se precisa hoy. Como dice Lordon, no hay duda sobre lo que se le vendría encima a un gobierno de ese tipo: El sector financiero internacional, los mercados. Le declararían la guerra. Desde Estados Unidos, desde los centros de poder e instituciones de la Unión Europea, desde los poderes fácticos del propio país y desde una oposición interna radicalizada y fuertemente respaldada desde el exterior. Los medios de comunicación, en su inmensa mayoría correas de trasmisión de ese conglomerado sistémico que domina lo político, le harían la vida imposible. La independencia de Cataluña, por ejemplo, sería bien vista por unos poderes globales enfocados a cortar por lo sano el ejemplo: mejor un país roto que un precedente transformador. Surgiría así el imperativo internacionalista, la conciencia de la enorme dificultad de acometer el cambio en un solo país y mientras tanto aparecería un Tsipras que, cediendo a la fuerza de las circunstancias, traicionaría todo lo prometido o emprendido…"

D

Lo de siempre: Que malo es el capitalismo, que caera por su propio peso y tal...otros que no se han enterado de lo del muro de Berlin.

Mucha macarronada de los consensos de la postguerra y las privaticiones y esa llantina de siempre.

Para acabar alabando al totalitarismo chino, que si ojala nos lo pongan, que si que bueno es, el dia que nos implante el Sistema de Credito Social y te policien hasta cuando cruzas el semaforo te acordaras de lo bueno que es el totalitarismo, porque no podras pensar otra cosa

Sir_Humphrey

Gran artículo de Poch, lástima que los grandes periodistas sean barridos de los medios y que sólo se escuche la musiquita machacona que todo lo aplana y deforma.
Entiendo que esté especialmente enfadado con Europa, es español, y esta Europa es de lo más mediocre e insulso que uno pueda echarse a la cara. Pero creo que todavía habrá sorpresas y dudo mucho que vengan de Francia.