Detrás de una fachada de satisfacción y optimismo, el hombre moderno es profundamente infeliz; en verdad, está al borde de la desesperación. Se aferra perdidamente a la noción de individualidad; quiere ser diferente, y no hay recomendación mejor para alguna cosa que la de decir que es diferente. Se nos informa del nombre individual del empleado del ferrocarril a quien compramos los billetes; maletas, naipes y radios portátiles son personalizados colocándoles las iniciales de su dueño. Todo esto indica la existencia de un hambre de diferencia, y sin embargo, se trata de los últimos vestigios de personalidad que todavía subsisten. El hombre moderno está hambriento de vida. Pero puesto que siendo un autómata no puede experimentar la vida como actividad espontánea, acepta como sucedáneo cualquier cosa que pueda causar excitación o estremecimiento: bebidas, deportes o la identificación con la vida ilusoria de los personajes ficticios de la pantalla.
Erich Fromm - El miedo a la libertad
Comentarios
#3
* La derecha patria en 1937: 'Es falso que haya aviación alemana en España, Guernica la han incendiado los rojos'.
* La derecha patria en 2021: 'Hitler y Franco eran rojos'.
#6 Hombre de paja es inflar los muertos del comunismo, incluír a los del nazismo, y presentar el neoliberalismo como una opción impoluta sin un pasado lleno de atrocidades. Ni el mago de Oz.
#7 Nadie ha hablado de los muertos del comunismo, ni del nazismo, ni del neoliberalismo. Son cosas que te vas sacando de la manga, sin que venga mucho a cuento. (Síntoma de que no tienes otro argumento mejor que ofrecer).
En cualquier caso, no todo socialismo es socialismo marxista. Como doctrina, el socialismo es algo mucho más amplio. Pero es que incluso dentro del marxismo, si comparas el titoísmo con el maoísmo, verás que no se parecen en nada.
Ello no impide que vengan del mismo tronco, y casi de la misma rama.
#8 Claro que no, nadie lo menciona nunca.
Del mismo tronco viene todo ser humano y todas las sociedades, pero los nazis lo que pretendían era destruir el socialismo alemán y por extensión el de todo el mundo.
Escogieron el nombre y los colores de su bandera para provocar a la izquierda, tiene tanto que ver Hitler y el nazismo con el socialismo como Fraga y el PP con el Frente Popular.
#9 Claro, los nazis querían destruir el comunismo atacando Polonia y repartiéndosela con la URSS. No recuerdo bien el nombre del tratado ¿Molotov-Ribbentrop o Ribbentrop-Molotov?
A ver cuándo nos enteramos. Hitler era un oportunista, al igual que Stalin, Lenin, Mao, Pol Pot, los Kim, los Castro y la madre que les parió a todos ellos. Aventureros a los que les sonríe la fortuna a costa de aquellos pobres desgraciados sobre los que terminan mandando con puño de hierro.
PD: Tanto nazis como comunistas han dedicado grandes esfuerzos en diferenciarse los unos de los otros. Por algo será.
#10 Ribbentrop-Molotov, duró ocho meses y fue posterior a todos los otros pactos con los aliados, como el de no-intervención en la GCE o los de Múnich que dejaban Checoslovaquia bajo control nazi. Los soviéticos sabían que los nazis, que hablaban de los eslavos como raza inferior (Untermensch , literalmente «subhumanos») lo incumplirían y ganaron ese tiempo mientras en el Oeste hacían la Phoney War.
Durante mucho más que ocho meses, los EEUU de Roosevelt fueron aliados de la URSS, en tu lógica dirás que los EEUU por tanto eran comunistas. Incluso en plena Guerra Fría hubo episodios como el acoplamiento en encuentro orbital de la misión Apolo-Soyuz, cuya preparación duró seis años (en los cuales los soviéticos se entrenaron en la NASA y aprendieron inglés, y los estadounidenses en Moscú y aprendieron ruso). Vamos, rojos, rojos.
PD/ Vamos a jugar a las falacias: Tanto nazis como neoliberales como comunistas han dedicado grandes esfuerzos en diferenciarse los unos de los otros. Por algo será.
#11 Vaya, así que llegamos a la conclusión de que todos eran unos oportunistas. Oportunistas para todo, excepto cuando tratan de diferenciarse a golpe de propaganda. Ahí, tanto los nazis como los comunistas se vuelven sinceros y protestan al unísono: ¡No somos familia! ¡No estamos emparentados!
Los neoliberales pasan de estas mierdas. Si quieres llamarles nazis o comunistas, eres libre de hacerlo. Y yo de reirme viendo como cada día engañáis a menos gente.
#12
"Llegamos" ...
"Engañáis" ...
Apuesto a que escribiste sin leer mi comentario.
#3 Por la misma regla de tres los liberales/neoliberales son la misma familia que todos los esclavistas e imperialistas del mundo.
«El Fascismo es la negación precisa de la doctrina que forma la base del socialismo marxista» ('La Doctrina del Fascismo', p. 13) .
«La cuestión de la Nación Alemana pasa por destruir el Marxismo» ('Mein Kampf', p. 135).
#4 Ah, si lo dice la propaganda nazi, seguro que es cierto. Seguro que no lo decían para luchar contra otros partidos que competían por el mismo electorado que ellos.
Eso sí, ya resulta curioso que dedicaran tantos esfuerzos a distanciarse del marxismo. Ojo, no del socialismo a secas. Hablan siempre de socialismo marxista, marxismo, etc; pero no contra el socialismo en sí. El socialismo en sí lo llevaban hasta en el nombre. Pensaban que ellos eran los que implantarían el verdadero socialismo. Lo de siempre.
PD: El hombre de paja contra el neoliberalismo es síntoma de que te quedas sin recursos. Un clásico del socialismo, por cierto.
La punta de lanza del liberalismo es la economía. La punta de lanza del socialismo es la psicología.
Fromm explica el ascenso del nazismo como consecuencia de la libertad. Al parecer, la gente no sabe bien qué hacer, y desarrolla una pulsión psicológica sadomasoquista que desemboca en autoritarismo.
No obstante, también es posible que los nazis llegaran al poder por culpa de los bandazos económicos. Los alemanes se habían chupado una hiperinflación que había destruido la confianza y el ahorro. Después llegó un boom de consumo desenfrenado (para qué vas a ahorrar, si después la inflación se lo pule todo). Como consecuencia, se desarrolló una economía frágil, donde el consumo no estaba equilibrado con la inversión. (Los que se olían la tostada no ahorraban en sus cuentas bancarias, sino en metales preciosos).
Claro, a la que llegó una buena crisis cíclica, aquello se derrumbó a lo bestia, y la gente se empezó a oler que venía una etapa de inestabilidad como la que habían vivido durante la hiperinflación.
Algunos pensaron que estos problemas económicos sólo se podrían solucionar desde la política. Pero claro, para eso había que tomar el poder. Y para tomar el poder había que convencer a la gente. Al final, la fórmula ganadora fue la fusión de dos de las ideas más demagógicas del momento: nacionalismo y socialismo.
#0 No quiero joderte los referentes, pero supongo que sabrás lo que opinaba Fromm del socialismo real, ¿no? Este era de los que decía que el verdadero socialismo todavía no se había intentado (pese a que llevaban ya medio centenar de experimentos, todos ellos con resultados desastrosos).
#1 Demagógico es decir que los nazis eran socialistas, es como decir que los de alianza popular eran Populares como los del Frente Popular.
#2 Por la misma regla de tres, podemos defender que Stalin tampoco era socialista. Ni Mao. Ni Pol Pot.
A la hora de la verdad, piruetas terminológicas para disimular que son la misma familia, oveja negra incluida.