En 1908 Joseph Conrad publicó la historia de un trol. Quizás el lector arrugue la nariz y piense «eso es imposibe». Las breves líneas que vienen a continuación intentarán demostrarle que es así (...) Gabriel Feraud es, claro, el trol al que me refería al principio de este artículo. Como sucede en la red, una vez su vida se ha cruzado con la de Armand d’Hubert no hay otra pasión que le consuma: reparar esa afrenta primordial que solo él ha percibido. Lo que en la vida de internet se corresponde con una pulsión fundamental: llevar razón.
Comentarios
El objetivo de un trol no es llevar razón. Es encabronar al otro, malmeter, hacer que la cuestión abordada derive hacia otra cosa,... Yo cuando me pongo la careta de trol, hago algún comentario machista, y siempre hay alguna que pica y me alegra la tarde gris.
#2 Hombre, así es sencillo. Meterse con seres inferiores es ir a lo fácil.
#4 Es lo que yo digo, que yo no soy machista. El machista es dios, por haberlas hecho inferiores.
#2 Eso que dices es mentira...
Seguro que lo has sacado de "Jarra y sedal", y ya sabemos como son los que leen esa revista...
#8 No voy a entrar al trapo, trol, jajaja.
Peliculón.
#1 ya te digo, la he vueltoa ver hace poco y brutal, positivo por tu buen gusto
Sinceramente, el enfoque de este artículo me parece una estupidez, como mucho sirve para recordar una gran película.
Si tienes razón no tienes por qué ser un troll necesariamente.