Hace 7 años | Por festuc a president.cat
Publicado hace 7 años por festuc a president.cat

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Comentarios

ikipol

#8 Eso, 18 meses

D

#15 Nombre y apellidos de, al menos , un par de ellos, bocas que eres un bocas.

G

#4 ¿La guerra?¿Qué guerra? lol lol lol

festuc

#6 Esto es reirse de cataluña? eso va justo despues de ignorar, y tambien ya lo habeís echo.

G

#10 ¿Reírse de Cataluña? No, reírse de ti
Venga hombre, tomate un respiro y disfruta de una buena chacona. Parece que los catalanes castellanohablantes del siglo XVII tenían más sentido del humor...

festuc

#12 De mi? Yo ya soy independiente de España. Me largué vista la inutilidad de los politicos unionistas y de los que se decían independentistas

G

#14 Pero hombre, no pierdas la esperanza en el ser humano. Hay algunos como yo que somos encantadores y bellísimas personas independientemente de las discrepancias sobre este tema. Para demostrártelo te elijo como amigo y hasta te voy a votar positivo esta noticia

D

España perdió el conflicto cuando el tribunal del pp se cargo el estatuto aprobado por los catalanes y por el congreso de diputados, incluyendo un buen "cepillado" previo de sus señorias.
La suerte está echada.

ﻞαʋιҽɾαẞ

#7 Dales tiempo. Concretamente, 18 meses.

festuc

#7 Y la minoria unionista que pensaís hacer, meternos todos a prisión?
Que chollo toda una región de españa solo para un 40% de la población, nos saqueareís las casas y os quedareís con nuestras propiedades tambien?

vicvic

#11 No, nadie va a hacer eso. Eso lo tendrá que hacer quien quiera romper el estado de derecho en Cataluña: es decir vosotros. Por ejemplo: ¿Quien crees que os va a pagar el 3%, perdón quiero decir el IRPF voluntariamente al nuevo estado surguido tras el golpe? O dicho de otro modo.. ¿Quien será el primero que pagaria los impuesto a la agencia tributaria catalana? Todas esas cosas sólo se pueden conseguir vulnerando el estado de derecho que tenemos como comunidad autónoma, así que quien tendrá que hacer barbaridades sois vosotros, pero ya te lo adelanto: ni las hareis , ni el resto os dejariamos, claro .

D

#7 Como si lo viera, tú eres de los que un dia dirá: yo??? independentista de toda la vida.
Anda, acuestate, que se te nota caliente.

vicvic

#18 Por supuesto, venga, sigue soñando: ¡Buenas noches! Viviis en un sueño perpetuo.. lol

festuc

Discurso del presidente de la Generalitat al Parlamento
Europeo
Bruselas, 24 de enero de 2017
Tal como ya han expresado el consejero Romeva y el vicepresidente Junqueras, los
agradezco sinceramente su asistencia hoy aquí, después de, muchos de ustedes, todo
un día de trabajo.
Me gustaría empezar mi intervención en catalán –la lengua propia de Cataluña, y oficial
junto con el castellano y también con el aranés, la lengua occitana propia de la
Valle de Aran -. Querría hacerlo felicitando al nuevo presidente del Parlamento europeo, el señor
Antonio Tajani, escogido la semana pasada, para desearle suerte y muchos aciertos por
esta nueva tarea tan relevante que le ha sido encomendada en nombre de todos los
europeos. También esperamos, también espero, que dé cumplimiento al compromiso que adquirió
por carta con la mayoría de eurodiputados de nuestro país para que el catalán, la lengua
propia de Cataluña, pueda ser lengua oficial también al Parlamento europeo.
El mes de septiembre pasado, en una sesión al Parlamento de Cataluña, a la cual comparecí
por la cuestión de confianza que solicité, explicité el que ya era
un compromiso político claro de mi Gobierno y de la mayoría política que le mujer apoyo al
Parlamento: en 2017, es decir, este año, Cataluña celebrará un referéndum
vinculante para decidir si quiere acontecer un estado independiente. Hoy, con el vicepresidente y el
consejero Romeva, estamos en Bruselas, capital de Europa, en la sede de la institución donde
se ejerce la representación democrática de los ciudadanos de la Unión Europea, por lo tanto,
también de los ciudadanos de Cataluña, para arreciar nuestro compromiso a convocar
este referéndum, que es la mejor herramienta democrática posible para saber qué quiere
decidir nuestro pueblo.
Es probable que algunos de ustedes, quizás muchos, se pregunten cómo hemos llegado hasta
aquí, por qué una buena de catalanes ya no quiere seguir formando parte de España. La respuesta
o las respuestas son claras. Por un lado, porque Cataluña es una nación, una
vieja nación europea con una identidad, una cultura y una lengua fuertes, una nación que
ha tenido instituciones propias desde hace siglos (yo soy el 130è presidente de una institución
que tiene sus orígenes en 1359), y una nación que desde siempre ha tenido voluntad
de ser reconocida. Pero esto suele no explica todo el que ha sucedido en Cataluña a nivel
político los últimos años.
Es evidente que, por otro lado, el junio del año 2010, el Tribunal Constitucional
español tumbó el Estatuto de autonomía de Cataluña, que habíamos aprobado en
referéndum los catalanes cuatro años antes, y que previamente había sido acordado con
las instituciones españolas, no sin sacrificios, no sin renuncias. Y aquel acuerdo de mínimos
pretendía ser un acuerdo político bilateral entre Cataluña y España, donde se recogía
el perímetro del autogobierno catalán, que es una demanda que muchas veces se nos ha
hecho, allá lo poníamos negro sobre blanco, insisto un acuerdo pactado con el Estado, con las
cámaras de representación catalana y española, y votado en referéndum. Aquel acuerdo fue
anulado en la mayoría de sus aspectos fundamentales. Un Tribunal, que idealmente
tendría que ser el árbitro neutral de los contenciosos constitucionales al Estado español, pero
que en realidad es un órgano politizado y de parte. Un Tribunal Constitucional que a día
de hoy está presidido por un exmilitant del PP y que, con el paso de los años, se ha ido
decantando todavía más hacia las tesis del Partido Popular, y que ha acontecido
definitivamente un actor que juega de manera descarada a favor de una de las partes.
Aquella sentencia del año 2010 tuvo una alta trascendencia. Supuso un antes
y uno después para una mayoría de catalanes. Representó el fin de una etapa y la constatación
de la necesidad imperiosa de abrir un nuevo camino. Raso y corto, la ensambladura de Cataluña
en España, aquella vieja aspiración del catalanismo político era imposible.
Así pues sólo había dos opciones: renunciar al que éramos y quedar definitivamente
diluidos en España como una región sin ninguna personalidad propia y sin ninguna capacidad de disponer
de poder político, o iniciar una nueva etapa como nuevo estado en el marco de la
Unión Europea para garantizar el progreso y el bienestar de todos los ciudadanos. Aquella
sentencia supuso sin ningún tipo de duda para muchos catalanes una rotura de las
razones que habían explicado la unión con España. A partir de entonces, muchos otras
roturas se han ido sumando con el paso del tiempo.
Vale la pena poner de manifiesto que históricamente, en los últimos cien años como mínimo,
y de manera especial desde que España salió del régimen de Franco, los partidos
catalanistas en su amplio espectro han adoptado siempre una actitud y un papel de alta
responsabilidad en aquellos asuntos clave para el Estado español, y también para el conjunto
de Europa. Siempre habíamos sido junto al Gobierno español, incluso, y lo quiero
remarcar con especial énfasis, en algunos casos, cuando el principal partido español a la
oposición no estaba. En la entrada de España en la Comunitat Económica Europea, durante
la integración a la moneda única, en momentos en que la estabilidad política española
tambaleaba, en la lucha contra el terrorismo, durante la última crisis económica, cuando
había que tomar decisiones duras para evitar el rescate de España... Es evidente que se hacía
por responsabilidad y por sentido de estado. Mucho más, insisto, que el que tenía el partido
político español que en aquel momento estaba a la oposición. Y bien, el que resulta doloroso
es que después de casi 40 años, esta contribución haya recibido como respuesta un
trato del Sido verso Cataluña tan decepcionante e hiriente.
El julio del 2010, después de aquella durísima sentencia, y a partir del año 2012, cada
11 de septiembre -Fiesta Nacional de Cataluña- más de un millón y medio de personas han
salido a la calle para reclamar dignidad, capacidad de decisión, y en definitiva, para poder
decidir libremente su futuro a las urnas. Estamos hablando de unas magnitudes muy
importantes. Alrededor de un millón y medio de personas en un país de 7,5 millones
de habitantes. Y no una vez sino cinco. En ninguna parte más de Europa se ha visto una
manifestación comparable a estas, y todavía menos que se haya ido repitiendo año tras año.

Toda esta movilización no sería suficiente ni bastante consistente si no se hubiera plasmado
también con un aval a las urnas. Este mandato democrático existe y es el que ahora
estamos cumpliendo. El 27 de septiembre de 2015, cómo ha recordado el consejero Romeva,
con la participación más alta de toda la historia en unas elecciones al Parlamento de Cataluña
(de casi el 75%), las fuerzas favorables a la independencia obtuvieron 72
de los 135 diputados (con un 48% de los votos), tres por encima de la mayoría absoluta,
mientras que los contrarios a la independencia se quedaron con 52 diputados (y poco más
del 39% de los votos). Finalmente, 11 diputados fueron para un partido que no se ha
posicionado ni a favor, pero tampoco en contra de la independencia, pero que es
favorable a la convocatoria de un referéndum. Vale la pena hacer notar que en 2010, en el
Parlamento sólo había 14 diputados que se hubieran presentado con uno programa
independentista. El 2015, 72. De 14 a 72 en sólo cinco años. Pienso que este
crecimiento sustancial en este corto periodo de tiempo merecería que desde España
se preguntaran qué ha pasado, que ha pasado en Cataluña estos años, que han hecho
mal porque la composición del Parlamento, que es la traducción del que piensa y desea
la ciudadanía, haya variado tan significativamente en un periodo tan corto de tiempo.
Parece que es bastante lógico hacerse esta pregunta. También en Europa se lo tendrían que hacer
–o le tendrían que hacer en España- esta misma pregunta.
De acuerdo con el resultado de las elecciones del año 2015, por lo tanto, existe en Cataluña
una mayoría de ciudadanos que quiere construir un nuevo estado que dé respuesta a las
necesidades y a las ambiciones de futuro, y el Parlamento y el Gobierno tienen el encargo claro e
inequívoco de trabajar para hacerlo posible. Durante todo este tiempo se ha sido haciendo y se
está haciendo el trabajo necesario para poder acontecer un estado: esto incluye la preparación
de las estructuras de estado y la legislación necesarias para poder actuar como un país
independiente integrado a la Unión Europea y a la comunidad internacional desde el primer
día. Nuestro propósito es que el tránsito se haga de manera ordenada, con seguridad
jurídica y con las máximas garantías. La nuestra es una revolución tranquila, que quiere
transmitir confianza y que se construye en todo momento en base de pasos en firme,
seguros.
A nivel de la Unión Europea, esto quiere decir un proceso de ampliación interna sin
discontinuidades, en particular en cuanto a la Unión Económica y Monetaria y al
funcionamiento del Mercado Interior y las libertades que están asociadas.
Es evidente que este proceso requerirá una validación democrática de la ciudadanía que
le dé carácter definitivo. Y en Cataluña existe un enorme consenso que la mejor
manera de obtener este visto bueno es a través de un referéndum vinculante. Los datos
demoscòpiques que se publican regularmente indican de manera invariable que alrededor del
80% de los catalanes es favorable a la celebración de un referéndum,
independientemente de su opción de voto. A la vez, hay que hacer notar que 83 de los 135
diputados escogidos en 2015 son favorables a la convocatoria de este referéndum, que
representa el 61,5% de la cámara, ante un 38,5% que está en contra.
No es nueva la reclamación de la celebración de un referéndum para poder determinar si
Cataluña opta para acontecer un estado o no. Ha sido una petición constante por parte de nuestro
país durante estos últimos años. Lo hemos pedido reiteradamente, e hicimos
la petición solemnemente ante el Parlamento español el abril

festuc

#1 Quería agradecer personalmente a todos los que votareís irrelevante esta notícia. Déjen que les recuerde que lo de ignorar ya ha pasado, tambien lo de reirse de cataluña, ahora toca atacar.
“Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas.”
― Mahatma Gandhi

D

#2 - Una onza de práctica vale más que una tonelada de predicación.
- La acción expresa prioridades.
Ibídem

festuc

#3 Es evidente que España sabe que el primero en atacar perderá la guerra.
Y que Cataluña no tiene armas

D

#2 Irrelevante fue también para los altos cargos de la UE. Una reunión de cuñaos..

"A pesar de que la sala estaba completamente llena, la mayoría de asistentes al evento eran ciudadanos catalanes invitados por los organizadores y algunos eurodiputados de varios grupos, el rango más alto de 'autoridades europeas' que se ha podido ver en la sala. Entre ellos, los organizadores del evento, los eurodiputados catalanes Josep Maria Terricabras, Jordi Solé y Ramon Tremosa."

http://www.elconfidencial.com/amp/espana/cataluna/2017-01-24/puigdemont-pide-que-europa-sea-parte-de-la-solucion-en-cataluna_1321335/?nge-es

m

#2 Voto y votare a quien me salga de la minga. Lo que hagan Cocomocho y sus secuaces me parece cansino, y por tanto voto en consecuencia.

D

#2 valent o boig! T'admiro.

festuc

#22 No es pot ser una cosa o altra...
Si fas alguna cosa, sempre tindràs que et titllarà d'una o altra cosa.