Julio Anguita no era contrario a la unidad de los pueblos de Europa. De lo que era ferviente enemigo era del capitalismo. Y precisamente por eso, profetizaba que si la construcción de la Unión comenzaba por la moneda única sin que hubiese un proceso previo de armonización e igualación en el ámbito laboral y en el fiscal entre los países de la Unión enriquecidos y los empobrecidos de la periferia, estaba condenado al fracaso.
Sí sí, mucha profecía pero lo que colapsó mientras él estaba en activo fue el Pacto de Varsovia.
Ser comunista no es estar "diez pasos por delante", es aferrarse a un sistema que lleva causando catástrofes desde hace un siglo y fallando en sus predicciones teóricas incluso desde que Marx lo parió.
Y precisamente por eso, profetizaba que si la construcción de la Unión comenzaba por la moneda única sin que hubiese un proceso previo de armonización e igualación en el ámbito laboral y en el fiscal entre los países de la Unión enriquecidos y los empobrecidos de la periferia, estaba condenado al fracaso.
Veinte años después de la llegada del euro sabemos que se equivocaba.
Aunque la verdad es que ya en la época pocos economistas dudaban de la importancia del euro. Y menos en España, uno de los países más beneficiados.
Habría que ver el resto de cosas que "profetizó" y cuantas ha acertado. Es muy fácil , veinte años después, coger los aciertos y obviar los errores. Por otra parte, ese razonamiento es de lógica. Si no hay una base común política y económica es muy difícil que triunfe un proyecto así. A mí desde luego no se me hubiera ocurrido, pero es que yo ni soy ni me dedico a la política.
No hacía Julio otra cosa que leer en los posos del café algo evidente para quien estudie el funcionamiento del capitalismo y es que sólo tiene como objetivo el máximo beneficio privado. Al capitalismo no podemos exigirle que nos ofrezca reducción de las desigualdades sociales, cooperación entre los pueblos, protección del medio ambiente, internacionalismo y democracia plena. No está para eso. Su función es acumular la máxima ganancia explotando a los asalariados y los recursos naturales, y su consecuencia natural son las desigualdades.
Menudo artículo cargado de chascarrillos ideológicos. Ay, qué malo es el capitalismo que tanto explota a los asalariados, qué bueno es el interés general que yo me invento. Madre mía y que la gente siga repitiendo estas sandeces en pleno siglo XXI.
Nada mejora más la cooperación entre los pueblos que el mercado y el capitalismo.
Comentarios
Sí sí, mucha profecía pero lo que colapsó mientras él estaba en activo fue el Pacto de Varsovia.
Ser comunista no es estar "diez pasos por delante", es aferrarse a un sistema que lleva causando catástrofes desde hace un siglo y fallando en sus predicciones teóricas incluso desde que Marx lo parió.
#6 ¿Seguro? ¿Te parece que la UE está funcionando muy bien?
#8 No, pero está lejos de ser un fracaso o estar condenada a fracasar.
#9 eso es muy opinable. Para mí sí está cerca de ser un fracaso.
#12 Supongo que depende de las espectativas que tengas.
Pues si,y a pesar de los meneantes libeggales,los hechos y el tiempo le ha dado la razón.
De esos polvos estos lodos.
Y precisamente por eso, profetizaba que si la construcción de la Unión comenzaba por la moneda única sin que hubiese un proceso previo de armonización e igualación en el ámbito laboral y en el fiscal entre los países de la Unión enriquecidos y los empobrecidos de la periferia, estaba condenado al fracaso.
Veinte años después de la llegada del euro sabemos que se equivocaba.
Aunque la verdad es que ya en la época pocos economistas dudaban de la importancia del euro. Y menos en España, uno de los países más beneficiados.
#2 ¿Se equivocaba?
#4 En que la Unión Europea está condenada al fracaso por lo menos.
#4 ¿Es ironía?
Habría que ver el resto de cosas que "profetizó" y cuantas ha acertado. Es muy fácil , veinte años después, coger los aciertos y obviar los errores. Por otra parte, ese razonamiento es de lógica. Si no hay una base común política y económica es muy difícil que triunfe un proyecto así. A mí desde luego no se me hubiera ocurrido, pero es que yo ni soy ni me dedico a la política.
No hacía Julio otra cosa que leer en los posos del café algo evidente para quien estudie el funcionamiento del capitalismo y es que sólo tiene como objetivo el máximo beneficio privado. Al capitalismo no podemos exigirle que nos ofrezca reducción de las desigualdades sociales, cooperación entre los pueblos, protección del medio ambiente, internacionalismo y democracia plena. No está para eso. Su función es acumular la máxima ganancia explotando a los asalariados y los recursos naturales, y su consecuencia natural son las desigualdades.
Menudo artículo cargado de chascarrillos ideológicos. Ay, qué malo es el capitalismo que tanto explota a los asalariados, qué bueno es el interés general que yo me invento. Madre mía y que la gente siga repitiendo estas sandeces en pleno siglo XXI.
Nada mejora más la cooperación entre los pueblos que el mercado y el capitalismo.