Es un hecho probado que los elefantes apenas sufren de tumores. Sin embargo, en teoría no debería ser así. El fenómeno se conoce como Paradoja de Peto. Un grupo de investigadores de la Universidad de Utah acaba de descubrir el secreto de esa peculiar resistencia al cáncer. La Paradoja de Peto es una observación realizada por el epidemiólogo de la Universidad de Oxford Richard Peto. Según esta observación, si la probabilidad de carcinogénesis es constante en las células, en un elefante las probabilidades de padecerlo serían mayores.
Comentarios
No fumando ganan muchos puntos.
#7
Sólo sufren de borbonitis.
#1 Los que sufrimos de borbonitis somos los españoles. Más que borbonitis, cáncer borbonoso. A ver si encontramos la forma de extirparlo.
PD: Hala, ya has metido algo con calzador y yo encima voy y te sigo.
#4 Y encima tenemos dos.
#6 Eso es la metástasis. Se van extendiendo y ya veremos si no llega alguno más.
todos los seres vivos pueden tener cancer
(tambien el osito de agua igualmente el karateca que perdió con Bruce Lee)
#11 El spoiler no existe. No importa que conozcas el final de algo. Si la obra es buena, se disfruta.
Depende ¿Te gusta Agatha Christie? ¿Patricia Highsmith? ¿Las novelas de intriga en general? Es sólo por curiosidad...
#12 Lo dicho.
Por fin, en el quinto párrafo, penúltimo del artículo —suspense—, revélase la respuesta:
«EL secreto de esta resistencia al cáncer es un gen llamado P53. Se trata de un gen muy antiguo que está presente en todos los animales pluricelulares. Su función es bloquear la replicación celular cuando detecta daño en el ADN. Los seres humanos tenemos una copia de este gen. Los elefantes tienen al menos 20 copias por parte de cada progenitor.»
Para cuándo artículos en formato serie —con episodios y temporadas y merchandising.
Para cuándo inyecciones génicas con reduplicaciones a elegir.
#5 ¿para cuándo novelas sin introducción, con un spoiler en la primera página?
#10 El spoiler no existe. No importa que conozcas el final de algo. Si la obra es buena, se disfruta. Pobre será la obra que cifre todo su mérito en que se sepa o no el final. Lo que cuenta es lo que ocurre y, eso, claro, una obra mala no te lo da más allá de una fórmula sin brillo y desgastada. Hace falta el talento del que escribe y su motivo y su impulso. Te voy a decir el final de todo —el asesino es el mayordomo. Se gana o se pierde en sus distintos modos recumbentes y convexos. ¿Le quita eso valor a la obra o a tu capacidad para sorprenderte de ella? Nada, otro invento de la industria, promovido por la industria. A la gente, conocer el final de algo es lo que le interesa, ir al grano que sólo se vive una vez y el tiempo pasa volando.
Por que cuando llegan los expertos para comprobarlo, los elefantes ya están muertos por otras causas.
¿porque le rezan mucho a diosito?