Quizá te suene esta escena. Llegas al parking donde has dejado el coche, te dispones a abrir la puerta y, de repente, te encuentras con una desagradable sorpresa. Un golpe, un rayajo, un catadióptrico roto, tanto da. Alguien ha cometido una torpeza y ha dejado su huella en tu coche.
Comentarios
Formativa. A ver si esos impresentables que te golpean el coche se enteran.