Sus incitaciones abstractas y generales a la violencia podrán parecernos execrables, pero ni tenían el propósito ni la capacidad de alimentar acciones violentas inmediatas. Por tanto, no deberían ser sancionadas, mucho menos con una pena de cárcel: basta con que sean públicamente repudiadas. Por otro lado, debería ser evidente que censurar toda expresión que potencialmente pueda incentivar la violencia daría lugar a una censura radical de muchas ideologías políticas, creencias religiosas, narrativas históricas o incluso opiniones deportivas.
Comentarios
No. Por eso cuando se le condenó la pena quedó en suspenso con la condición de que no volviera a cometer el mismo delito en un plazo determinado. Lo que pasó después (y lo que había pasado antes y durante) ya lo sabemos.
Y que este hombre es violento e incita a la violencia también lo sabemos. La última demostración en la universidad de Lérida.
#1 El tema es que no debería haber sido condenado en primer lugar. Y mira que no trago al gachón, pero lo cortés no quita lo valiente.
#2 si despenalizamos delitos como el de Hasel, sería muy hipócrita no hacerlos con otros como los que se consideran de odio, homofobia, etc.
Se puede estar a favor de la libertad de extresión sin límites o a favor de poner unos límites. Lo que no se puede hacer es defender que la apología al franquismo tiene que ser delito, pero al terrorismo no, que es algo que vemos a día de hoy en los principales medios y partidos.
#3 Los fascistas de La Blanquerna todavía están en la calle, pero el rapero a la cárcel #Marca España.
#5 churras y merinas.
Hasel también se ha tirado años con recursos y su primera condena fue suspendida.
#7 Fascistas y raperos.
#8 y raperos fascistas.
#3 Efectivamente, estamos tocando un límite muy fino, y coincido con tu valoración. Dicho esto, hay delitos, como el de ofensa a los sentimientos religiosos (art. 525 del Código Penal), que son anacrónicos y sí atentan contra la libertad de expresión
Que un rapero entre en prisión en un síntoma inequívoco de la mala calidad de la libertad expresión en el Reino del Borbón. Con una buena multa habría suficiente.