En “El patrón de Yancy”, de Philip K. Dick, Yancy es un personaje que aparece en todos las esferas de la vida teniendo opiniones para todo pero con una peculiaridad: en temas banales son tajantes pero en temas importantes son ambiguas. Según Dick, este personaje estaba basado en Eisenhower pero a mí me recordó a nuestros tertulianos cuñados que hablan de todo con la rotunda seguridad de quien no tiene ni idea; personas con ideas parecidas pero superficialmente distintas, generando así la ficción de una opinión pública variada.
Comentarios
«El resultado es una sociedad sin ninguna formación política. Una sociedad que tan pronto te vota a un Podemos como a un Ciudadanos, o que apoya a partidos más tradicionales partiéndose la cara si es necesario para defender sus errores y corruptelas. Una sociedad donde alguien que se dice de izquierdas te defiende sin rubor el trabajar gratis y responsabiliza de todo a “los políticos”, exactamente igual que la derecha a la que dice rechazar. Una sociedad, en definitiva, fácilmente manipulable, donde nada importa y todo vale».
Hay cuñado, hay meneo.
El cuñadismo va a shegaaar.
Artículo con un par de conceptos interesantes, merece la pena leer.
Muy buena reflexión, hoy Yancy está más presente que nunca.
¿Y la culpa de que vivamos en una sociedad sin principios éticos o morales que le sirvan de guía, es de los tertulianos? No los aplaudo, pero creo que son síntomas, no la enfermedad.
Yo tengo otra: Hijoputacracia.
Cada partido, de los mayoritarios, pone como presidente al más h**** de ellos, dado que están llenos de h**** y trepas de todo tipo. De entre estos partidos, gana las elecciones el que más votos recibe. Ergo, éste es el más h**** del país.
Que sepa gestionar un gobierno, ya tal.
Disclaimer: Si el en el futuro tengo que ser concejal de cultura, tengan en cuenta que esto lo comento a 31-7-2015. Este comentario relata la realidad actual, no la futura.