Una de las técnicas consiste en llamar la atención con un anuncio que ofrece un magnífico piso en alquiler a un precio casi irrenunciable. El usuario apenas puede evitar la tentación de 'pinchar' para echar un vistazo. El supuesto arrendador presenta unas características inmejorables del inmueble, e incluso cuelga fotos, por un importe mensual muy llamativo.
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