Todos conocemos a Blas de Lezo, Juan Sebastián Elkano, Miguel López de Legazpi, Andrés de Urdaneta… Grandes navegantes de origen vasco y fama mundial que conforman un importantísimo capítulo de la Historia Universal. Sin embargo, también existieron lobos de mar de peor fama, piratas y corsarios vascos temidos y sanguinarios que hacían temblar a los buques europeos, y cuyas fechorías también han aportado mucho a la historia marítima.
Además de ser los mayores corsarios, también hay que destacar la importante labor que realizaba la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, más conocida como Hermandad de las Marismas, en su caza contra piratas y corsarios, así como en dar la mejor escolta posible a los navíos que hacían la ruta para Flandes, o de Flandes para España.
Se habría agradecido que en el artículo mencionasen a otro corsario vasco (o navarro), el célebre Menaldo Guerra o Menaut de Guerri. Este hombre es conocido por apresado el puerto de Ostia y bloqueado los suministros que iban hacia Roma para hacer intentar capitular al papa, y que hiciese lo que el rey de Francia quería. Tenía este Menaut un hermano también corsario y mercenario llamado Gracián de Guerri. Podemos suponer que Menaut tenía unos 60 años o algo más durante el cerco de Ostia de 1497, pues sabemos que en 1455 Menaut de Guerri había participado en un paso de armas en Barcelona siendo en aquella época escudero de Gastón de Foix. Durante la Guerra Civil Catalana fue mercenario al servicio de los barceloneses junto con Giacopo Galiotto, sufriendo una importante derrota en el Besós en noviembre de 1471.
Sirvió durante más de veinte años como cabo de la escuadra del norte de Idiáquez. En 1633 mandó el navío San Lorenzo y barrió el canal de La Mancha. En uno de los viajes a Flandes con despachos reales fue perseguido por los enemigos y encalló en Gravelinas, para salvar los despachos los llevó sobre la cabeza nadando hasta tierra.
Comentarios
Además de ser los mayores corsarios, también hay que destacar la importante labor que realizaba la Hermandad de las Cuatro Villas de la Costa de la Mar, más conocida como Hermandad de las Marismas, en su caza contra piratas y corsarios, así como en dar la mejor escolta posible a los navíos que hacían la ruta para Flandes, o de Flandes para España.
Se habría agradecido que en el artículo mencionasen a otro corsario vasco (o navarro), el célebre Menaldo Guerra o Menaut de Guerri. Este hombre es conocido por apresado el puerto de Ostia y bloqueado los suministros que iban hacia Roma para hacer intentar capitular al papa, y que hiciese lo que el rey de Francia quería. Tenía este Menaut un hermano también corsario y mercenario llamado Gracián de Guerri. Podemos suponer que Menaut tenía unos 60 años o algo más durante el cerco de Ostia de 1497, pues sabemos que en 1455 Menaut de Guerri había participado en un paso de armas en Barcelona siendo en aquella época escudero de Gastón de Foix. Durante la Guerra Civil Catalana fue mercenario al servicio de los barceloneses junto con Giacopo Galiotto, sufriendo una importante derrota en el Besós en noviembre de 1471.
#8 gran reseña. Gracias
Muchos nombres propios, que pueden servir para investigar entre jarras de ron, vinos de Madeira y puros habaneros.
Falta el más temido y desalmado...
Goirigolzarri Telleria,capitán del "Bankia".
¿Fama mundial? ¡Pero si nunca salieron de los alrededores de Bilbao!
#2 Qué dices. Solo las sondas Voyager I y II están empezando a salir de los alrededores de Bilbao.
#3 Si el callejero de Bilbao se llama mapamundi un mapa de toda Euskadi abarca al menos es brazo de la Vía Láctea.
#2 FRANCISCO DE ESCORZA
Sirvió durante más de veinte años como cabo de la escuadra del norte de Idiáquez. En 1633 mandó el navío San Lorenzo y barrió el canal de La Mancha. En uno de los viajes a Flandes con despachos reales fue perseguido por los enemigos y encalló en Gravelinas, para salvar los despachos los llevó sobre la cabeza nadando hasta tierra.
Eso del Canal debevser un apodo de la ría...
#6 Los vascos muchas veces no entienden lo cojonudo que es ser vasco y la envidia, de la sana, que nos dan.