Una contabilidad humana para entender dónde estamos

Por más que los maniqueos, tan amantes del blanco y el negro, se empeñen en vocear lo contrario, la economía no es el IBEX, ni las grandes fortunas, ni la evolución de los tipos de interés y el mercado de divisas. La economía es, sobre todo, el pan de la gente y el modo en el que esa gente construye su vida.

Por supuesto, no faltan los que creen que eso es un estorbo y hablan de redistribución, rentas básicas y otros mecanismos para desvincular, o al menos desligar un poco, el trabajo y la subsistencia. No voy a entrar en eso ahora, porque se ha debatido en multitud de hilos. Prefiero ir a lo que tenemos, sin meterme en ideologías, porque me queda a menudo la impresión de que mucha gente simplemente no ve la situación real y se centra en posibilismos, hipótesis y cartas a los Reyes Magos.

Podríamos tener otra cosa, vale. Pero lo que tenemos es esto:

No hay renta básica. Hay una serie de ayudas para algunos colectivos en situación muy jodida.

Nuestro sistema fiscal es redistributivo, hasta cierto punto, y deficitario, ya sea por exceso de gasto o por falta de ingresos. Insisto en que no voy a abordar ese debate.

Tenemos una pandemia que ha puesto la economía patas arriba y ha matado a muchos miles de personas. Las dos cosas.

Tenemos 3.368.000 parados.

Tenemos unos 960.000 trabajadores afectados por un ERTE. Esta cifra baila bastante según las fuentes.

Hasta aquí, vamos tirando, porque son personas con cierto grado de protección social.

Pero es que tenemos también alrededor de 1.200.000 personas que operan en la economía sumergida. Y lo merezcan o no, sea culpa suya o no, tienen que comer. Muchas, no lo dudo, serán personas que cobran el paro, las ayudas sociales, o están en un ERTE, pero estoy seguro de que al cifra de los que no tienen nada más que su trabajo diario sigue siendo importante.

Tenemos 1.600.000.personas dedicadas a la hostelería, y digamos que 500.000 más dedicadas al turismo, porque ambos sectores se entrecruzan enormemente. Ya sé que sería mejor que fabricásemos nanorobots, pero esto es lo que hay. Estos dos millones y pico de personas de turismo y hostelería generan aproximadamente el 20% del PIB, pero esa es una cifra que la gente no entiende.

Un 20% del PIB no es lo mismo que un 20% de la riqueza. Si mañana hay un incendio enorme y arde media España, eso suma PIB, no lo resta, aunque perdamos riqueza a lo bestia. La cuestión es que ese 20% del PIB aporta dinero a las arcas comunes mientras que las pensiones (por ejemplo) también son PIB y suponen una salida de dinero de las arcas comunes. Un hachazo a los que aportan es, en realidad, mucho más grave de lo que la cifra da a entender. Y el hachazo ya ha caído.

Y ahora, con este panorama, ya me diréis si comprendéis por qué la gente tiene otras preocupaciones además de contagiarse o no. Porque la economía es esto. Porque las ayudas llegan a donde llegan y los ahorros llegan a donde llegan. ¿Y después qué?

Después llegará el momento en que muchos, muchísimos, dirán lo que Poli Díaz, el filósofo de Vallecas: "más guantás da el hambre". Y los que se pueden permitir tener miedo, con el sueldo asegurado, les llamarán insolidarios e irresponsables. Porque ellos lo valen.