(C&P): Desde 2004, la ordenanza municipal recoge un gravamen del 50% en el IBI para las viviendas desocupadas. Tres años después, el Consistorio anunció un plan para cobrar esta recarga, que fue cuestionado por la Junta y la FAMP. El Consejo Consultivo lo ha tumbado. Considera que el Ayuntamiento no tiene competencias.
Raúl, Sevillano de nacimiento, terminó su carrera a los 23 y comenzó a trabajar en una empresa local. Cuando llevaba varios trabajando, y hubo reunido suficiente dinero para la entrada de un piso, adquirió su primera y única vivienda. La vivienda que le permitiría independizarse.
Años después, la empresa para la que trabajaba redujo plantilla (o quebró, vete tú a saber), y Raúl se quedó en la calle. Echó su curriculum a decenas de empresas sevillanas, pero la oferta en esa ciudad para la formación de Raúl no era demasiado Amplia.
Afortunadamente, un par de meses después encontró un trabajo para el que era apto, pero había un problema. Tendría que desplazarse. Tendría que mudarse de ciudad. La vacante se encontraba en Zaragoza.
Como la hipoteca y el estómago no perdonan, Raúl, que nunca había salido de su ciudad, tuvo que hacer las mudanzas, y marcharse a Zaragoza. Allí, tendría que alquilar un piso.
¿Qué hacer con su piso en Sevilla? Raúl mantenía allí todos los muebles, sus pertenencias. Además, él confiaba volver en el futuro a su ciudad natal, a la que tanto quería. Cabía la posibilidad de venderlo (ja, ¡tal y como están las cosas con la crisis! ¿a quién?) alquilarlo, pero, se veía en una circunstancia similar: tendría que desalojarlo de sus pertenencias, y además, con la ley garantista para el arrendador, quién sabe si no tendría problemas para: recibir los pagos del alquiler, recuperar su piso cuando decidiese regresar a Sevilla, etc.
Total, decidión dejarlo cerrado, a la espera de que, en un par de años, o en cinco, la situación laboral en la ciudad mejorase, y pudiese regresar a su vivienda.
Raúl se encontró de pronto pagando la hipoteca de su piso, de la cual ya no podría seguir desgravando, pues ahora residiría en otra ciudad, el alquiler del piso en Zaragoza, y además, por el afán recaudatorio del equipo de gobierno del ayuntamiento de Sevilla, un abusivo porcentaje de impustos más, por tener su piso vacío.
Dime, #1, ¿tú crees que es justo que Raúl tenga que soportar toda esa presión fiscal sólo por pretender ganarse las habichuelas? ¿Tú crees que Raúl estaba especulando?
¿Hay alguna forma de sacaros a los de pensamiento monolineal como tú del error de que TODO el que es propietario de una vivienda lo es para especular? ¿Hay más argumentos que se puedan esgrimir para disuadir que emitáis comentarios tan demagógicos y poco razonados, y dejéis de considerar al ciudadano medio culpable de toda la mierda que suceda en el país?
#2 Yo creo que seria un caso excepcional el de Raul y creo que se deberia gravar con un 50% + del IBI la 2ª vivienda asi no se especularia con ella, pero como a ningun gobierno se les pone en los guevos hacerlo pues asi estamos.
Comentarios
#1
Raúl, Sevillano de nacimiento, terminó su carrera a los 23 y comenzó a trabajar en una empresa local. Cuando llevaba varios trabajando, y hubo reunido suficiente dinero para la entrada de un piso, adquirió su primera y única vivienda. La vivienda que le permitiría independizarse.
Años después, la empresa para la que trabajaba redujo plantilla (o quebró, vete tú a saber), y Raúl se quedó en la calle. Echó su curriculum a decenas de empresas sevillanas, pero la oferta en esa ciudad para la formación de Raúl no era demasiado Amplia.
Afortunadamente, un par de meses después encontró un trabajo para el que era apto, pero había un problema. Tendría que desplazarse. Tendría que mudarse de ciudad. La vacante se encontraba en Zaragoza.
Como la hipoteca y el estómago no perdonan, Raúl, que nunca había salido de su ciudad, tuvo que hacer las mudanzas, y marcharse a Zaragoza. Allí, tendría que alquilar un piso.
¿Qué hacer con su piso en Sevilla? Raúl mantenía allí todos los muebles, sus pertenencias. Además, él confiaba volver en el futuro a su ciudad natal, a la que tanto quería. Cabía la posibilidad de venderlo (ja, ¡tal y como están las cosas con la crisis! ¿a quién?) alquilarlo, pero, se veía en una circunstancia similar: tendría que desalojarlo de sus pertenencias, y además, con la ley garantista para el arrendador, quién sabe si no tendría problemas para: recibir los pagos del alquiler, recuperar su piso cuando decidiese regresar a Sevilla, etc.
Total, decidión dejarlo cerrado, a la espera de que, en un par de años, o en cinco, la situación laboral en la ciudad mejorase, y pudiese regresar a su vivienda.
Raúl se encontró de pronto pagando la hipoteca de su piso, de la cual ya no podría seguir desgravando, pues ahora residiría en otra ciudad, el alquiler del piso en Zaragoza, y además, por el afán recaudatorio del equipo de gobierno del ayuntamiento de Sevilla, un abusivo porcentaje de impustos más, por tener su piso vacío.
Dime, #1, ¿tú crees que es justo que Raúl tenga que soportar toda esa presión fiscal sólo por pretender ganarse las habichuelas? ¿Tú crees que Raúl estaba especulando?
¿Hay alguna forma de sacaros a los de pensamiento monolineal como tú del error de que TODO el que es propietario de una vivienda lo es para especular? ¿Hay más argumentos que se puedan esgrimir para disuadir que emitáis comentarios tan demagógicos y poco razonados, y dejéis de considerar al ciudadano medio culpable de toda la mierda que suceda en el país?
Sólo un punto de vista diferente.
Viva la especulación.
#2 completamente de acuerdo contigo.
#2 Yo creo que seria un caso excepcional el de Raul y creo que se deberia gravar con un 50% + del IBI la 2ª vivienda asi no se especularia con ella, pero como a ningun gobierno se les pone en los guevos hacerlo pues asi estamos.