Publicado hace 4 años por Ripio a sciencesprings.wordpress.com

Los terremotos envían señales que se propagan a la velocidad de la luz y se pueden registrar mucho antes de las ondas sísmicas relativamente lentas (aproximadamente 8 kilómetros por segundo). Sin embargo, las señales que viajan a la velocidad de la luz no son rayos, sino cambios repentinos en la gravedad causados por un cambio en la masa interna de la Tierra. Solo recientemente, estas llamadas señales PEGS (PEGS = señales de elasto-gravedad rápidas) se detectaron mediante mediciones sísmicas.