La adjudicación de aulas concertadas en Galicia trae consigo un total de 58 unidades concertadas para los cinco colegios que segregan el alumnado en función de su sexo, cuatro de ellos propiedad de una empresa ligada al Opus Dei.
La LOMCE sigue viva y algunos de sus aspectos más polémicos, funcionando a pleno rendimiento en Galicia. La apodada como Ley Wert tiene la mayoría del Congreso de los Diputados en contra pero el acuerdo para su derogación sigue embarrancado en el bloqueo parlamentario. Mientras esto sucede esta es la ley en la que el Gobierno gallego se apoya para tomar decisiones en el campo educativo; la última, la adjudicación de conciertos con centros personales, que la Consellería de Educación extiende al otro lado del límite temporal que marca la propia norma y que trae consigo un total de 58 unidades concertadas para los cinco colegios que segregan el alumnado en función de su sexo, cuatro de ellos propiedad de una empresa ligada al Opus Dei.
La Xunta viene de dictar la orden por la que aprueba los conciertos educativos que, como norma general y al otro lado de las revisiones anuales, comenzarán en el próximo curso 2017-18 y no rematarán hasta el fin del período académico 2022-23, lo que extiende el compromiso económico hasta el final de la próxima legislatura autonómica, con independencia del color político del Gobierno. La distribución de conciertos en Educación Infantil, Primaria, ESO, Educación Especial y Formación Profesional beneficia a 3.913 unidades en más de dos centenares de centros entre los que se incluyen los cinco segregacionistas, los mismos a los que la Xunta siguió financiando mientras hacerlo fue contrario a la ley vigente.
Los colegios Montespiño, femenino, y Peñarredonda, masculino, de A Coruña consiguen en virtud de esta orden el concierto de sus respectivas 6 unidades de primaria y 4 de la ESO, igual que los vigueses Las Acacias, femenino,y Montecastelo, masculino, si bien este último suma también cuatro unidades de Formación Profesional. El quinto centro segregacionista que seguirá teniendo financiación pública es el femenino Aloya, también situado en Vigo, con 12 unidades de Formación Profesional.
El balance total de estos colegios supone un incremento de ocho unidades con respecto a la anterior asignación de conciertos, la del año 2013. Luego la Consellería resolvió seguir financiando los colegios que separan niñas y niños a pesar de contradecir la ley educativa impulsada por el Gobierno de Zapatero en 2006, en la altura aún vigente, aunque había dejado fuera de financiación el primer curso de Primaria. Después de aquella orden el Tribunal Supremo sentenció la irregularidad, pero por otra parte el Gobierno de Rajoy había sacado ya adelante la LOMCE y la Consellería de Educación, aun con Jesús Vázquez al frente, sumó a los colegios Montespiño, Peñarredonda, Las Acacias y Montecastelo su respectiva unidad de primero de Primaria.
Critiquemos a unos mientras en España en 2017 aún seguimos así. E iba a decir algo de Galicia y la España profunda, pero me temo que no son los únicos.
Juntar en una misma clase a niños y niñas de 6 años es una grave ofensa a los clérigos del Opus, algo inmoral e inaceptable, y por tanto hay que destinar los recursos públicos que sean necesarios para evitarlo.
Es de modernos crear partys para chicas, vagones solo para mujeres, asociaciones solo para mujeres, ayudas solo para mujeres.
Pero es de retrógrados crear clases para niñas.
Comentarios
Mi colegio segregaba por sexo. Yo estaba en la clase de los que no se comían un rosco.
#1 hombre compañero no te había reconocido, ven a mis brazos
No son segregacionistas, es solo que han creado "safe spaces"
Esta gente vive en el 2027!!!
#2 Buen giro!
La LOMCE sigue viva y algunos de sus aspectos más polémicos, funcionando a pleno rendimiento en Galicia. La apodada como Ley Wert tiene la mayoría del Congreso de los Diputados en contra pero el acuerdo para su derogación sigue embarrancado en el bloqueo parlamentario. Mientras esto sucede esta es la ley en la que el Gobierno gallego se apoya para tomar decisiones en el campo educativo; la última, la adjudicación de conciertos con centros personales, que la Consellería de Educación extiende al otro lado del límite temporal que marca la propia norma y que trae consigo un total de 58 unidades concertadas para los cinco colegios que segregan el alumnado en función de su sexo, cuatro de ellos propiedad de una empresa ligada al Opus Dei.
La Xunta viene de dictar la orden por la que aprueba los conciertos educativos que, como norma general y al otro lado de las revisiones anuales, comenzarán en el próximo curso 2017-18 y no rematarán hasta el fin del período académico 2022-23, lo que extiende el compromiso económico hasta el final de la próxima legislatura autonómica, con independencia del color político del Gobierno. La distribución de conciertos en Educación Infantil, Primaria, ESO, Educación Especial y Formación Profesional beneficia a 3.913 unidades en más de dos centenares de centros entre los que se incluyen los cinco segregacionistas, los mismos a los que la Xunta siguió financiando mientras hacerlo fue contrario a la ley vigente.
Los colegios Montespiño, femenino, y Peñarredonda, masculino, de A Coruña consiguen en virtud de esta orden el concierto de sus respectivas 6 unidades de primaria y 4 de la ESO, igual que los vigueses Las Acacias, femenino,y Montecastelo, masculino, si bien este último suma también cuatro unidades de Formación Profesional. El quinto centro segregacionista que seguirá teniendo financiación pública es el femenino Aloya, también situado en Vigo, con 12 unidades de Formación Profesional.
El balance total de estos colegios supone un incremento de ocho unidades con respecto a la anterior asignación de conciertos, la del año 2013. Luego la Consellería resolvió seguir financiando los colegios que separan niñas y niños a pesar de contradecir la ley educativa impulsada por el Gobierno de Zapatero en 2006, en la altura aún vigente, aunque había dejado fuera de financiación el primer curso de Primaria. Después de aquella orden el Tribunal Supremo sentenció la irregularidad, pero por otra parte el Gobierno de Rajoy había sacado ya adelante la LOMCE y la Consellería de Educación, aun con Jesús Vázquez al frente, sumó a los colegios Montespiño, Peñarredonda, Las Acacias y Montecastelo su respectiva unidad de primero de Primaria.
#11 No hombre, no. Es que ahora hay que compensar a los perjudicados del Popular, que tienen que srguir comiendo cada día.
Votas a fachas pues esto es un poco de cómo trabajan ; ).
a coeducación é "unha das ferramentas máis útiles e potentes para acabar coa desigualdade"
La igualdad se inculca desde pequeños,si los separas en las escuelas ¿donde está la igualdad?
Critiquemos a unos mientras en España en 2017 aún seguimos así. E iba a decir algo de Galicia y la España profunda, pero me temo que no son los únicos.
#3 iba a decir algo de Galicia y la España profunda, pero me temo que no son los únicos.
Si, suerte que te frenaste a tiempo: http://cadenaser.com/emisora/2016/09/13/radio_madrid/1473761781_618112.html
Juntar en una misma clase a niños y niñas de 6 años es una grave ofensa a los clérigos del Opus, algo inmoral e inaceptable, y por tanto hay que destinar los recursos públicos que sean necesarios para evitarlo.
Perfecto. Fomentando el fanatismo religioso para la próxima generación de tarados.
Bueno, es el modelo educativo que han decidido los ciudadanos gallegos con su voto. Hay que respetar su decisión.
Es de modernos crear partys para chicas, vagones solo para mujeres, asociaciones solo para mujeres, ayudas solo para mujeres.
Pero es de retrógrados crear clases para niñas.
El Opus tiene demasiado poder.
Es una buena estrategia para acabar con el terrorismo islamista, ser igual que ellos, contra el Opus no atentarán los islamistas.