Al parecer el sueldo de mayordomo del embajador británico no bastaba para cubrir las expectativas de Bazna de retirarse a vivir una existencia propia de millonario en Sudamérica. Con el fin de ganarse un sobresueldo que le permitiera hacer realidad sus sueños, Bazna se puso en contacto con los alemanes para hacerles saber que estaba en disposición de tener acceso a todos los documentos que pasaran por las manos del embajador..., a cambio de una importante cantidad económica.