Ya es primavera y los chipriotas, como la mayoría de pueblos mediterráneos, se lanzan a la recolección del sabroso espárrago silvestre, para toparse de manos a boca con los soldados de interposición de la ONU que controlan la linea de demarcación entre turcos y chipriotas y que este año han decidido impedir que los recolectores de espárragos chipriotas entren en la zona desmilitarizada, que lamentablemente es un área plagada de esta gustosa planta. Los pueblos de la zona que basan parte de sus ingresos en esta recolección están muy furiosos.
Comentarios
Yo tambien soy recolector de esparragos y me imagino lo que debe ser ir buscando esparragos por lo mas profundo de la foresta y que de repente te surja un endeviduo armado y vestido de camuflaje de debajo de una zarzamora ¡Alto, deme usted esos esparragos!