Hace 8 años | Por Ripio a jotdown.es
Publicado hace 8 años por Ripio a jotdown.es

Llevamos casi tres siglos midiendo y pesando cerebros, analizando el tamaño del cerebro de Laplace o las células del de Einstein, usando estos datos para apoyar nuestros intereses y nuestros prejuicios. La polémica sobre el peso cerebral y la inteligencia ha seguido a lo largo de todo el siglo XX, pero no es eso lo más importante, sino qué hicimos mientras con el resto de la humanidad: las mujeres, las razas no blancas, los distintos.

Comentarios

imparsifal

Uno de los comentarios al artículo:

Lo gracioso del asunto es que Hammond tenía razón.
Una distribución de cerebros por sexos muestra menor tamaño del cerebro femenino. Se da una fortísima correlación entre el tamaño cerebral y el cociente de inteligencia (CI). Este tiene una distribución en la población con forma de campana de Gauss, aproximadamente, pero las mujeres: 1, tienen una media inferior; 2, su distribución tiene menos varianza; 3, y las colas son más bajas. Por tanto, en la cola derecha de las distribuciones (los más inteligentes) la proporción entre mujeres y hombres es de 8 a 1 en favor de los hombres. Sobre la relación entre el CI y la creatividad y la productividad no voy a entrar. Para más detalles véase Helmuth Nyborg (2005).
El derecho a voto y el feminismo fue lo que cortó “el debate”, para siempre.