Hace 15 años | Por Meneeitor a elmundo.es
Publicado hace 15 años por Meneeitor a elmundo.es

Desde el mismo instante en el que se produce la amputación de un miembro del cuerpo, comienzan una serie de transformaciones cerebrales para procurar la adaptación del organismo a esta nueva situación. Hasta el momento, se pensaba que estos cambios eran prácticamente irreversibles, especialmente si la reimplantación de la extremidad perdida o, en su defecto, de una prótesis, tardaba bastante tiempo en llegar. Sin embargo, un trabajo publicado en el último número de la revista Current Biology ha demostrado que no es así en absoluto.